Un globo espía chino en América
Se trata de una estrategia militar y de inteligencia muy antigua 'estrenada' en 1794 durante la Revolución Francesa
Las acusaciones de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá sobre la presencia de un supuesto globo espía chino sobre sus respectivos territorios ha puesto de nuevo de actualidad un sistema para recabar información de Inteligencia que se resiste a desaparecer frente a estrategias más modernas y menos invasivas como la utilización de satélites.
El primer uso de globos aerostáticos para fines militares del que se tiene constancia data de 1794, durante la Revolución Francesa, y a Estados Unidos llegaron en el siguiente siglo, coincidiendo la Guerra de Secesión. Podían alcanzar los 300 metros de altitud y servían para tareas de observación.
Por entonces se consideraban herramientas baratas, discretas y prácticamente inalcanzables desde tierra, aunque su verdadera explosión llegó ya en el siglo XX, durante la Primera Guerra Mundial, y también en etapas como la Guerra Fría, cuando el pulso político que libraron la Unión Soviética y Estados Unidos se extendió también al ámbito de la Inteligencia y el progreso tecnológico favorecía la ausencia de tripulación.
Globos y satélites
La utilización de satélites dejó en parte obsoletos a los globos, pero su uso habría resurgido. De hecho, el Departamento de Defensa estadounidense también habría aumentado en su etapa más reciente la inversión en este tipo de sistemas.
El analista Peter Layton explicó a la CNN que los globos «pueden ser más pequeños, más baratos y más fáciles de lanzar que los satélites». Otro experto, Blake Herzinger, apuntó además que este tipo de sistemas deja poco rastro, lo que por tanto dificulta su detección. Los satélites son en contra más predecibles, ya que dependen de seguir una misma órbita.
Frente a los satélites, los globos ofrecen la ventaja de concentrarse en un mismo territorio durante más tiempo y, al situarse dentro de la atmósfera terrestre, tienen otro tipo de alcance. De hecho, Layton apunta como hipótesis que el último globo detectado en Estados Unidos pudiese estar recabando información sobre sistemas de comunicación y radares, inaccesibles desde el espacio.
Según el Pentágono, el supuesto globo chino sobrevoló Montana a más de 12 mil metros de altitud y no supuso ningún riesgo para la población ni para la navegación aérea. Las autoridades no han dado detalles sobre las características técnicas del globo, aunque su tamaño sí habría desaconsejado cualquier posible derribo por la posibilidad de una lluvia de restos sobre zonas pobladas, informa la agencia Bloomberg.