Trece muertos en Cali en las protestas contra el Gobierno
"Un día fatídico, un día doloroso ", declaró el alcalde de la ciudad. El presidente de Colombia, Iván Duque, apuesta por "militarizar" las calles
El Ayuntamiento de la ciudad colombiana de Cali ha confirmado que en las últimas 24 horas se han producido trece muertes violentas, 34 heridos, una amenaza de bomba y tres incendios en una de las jornadas más conflictivas desde el inicio hace ya más de un mes de las protestas contra el Gobierno del presidente de Colombia, Iván Duque.
«Un día fatídico, un día doloroso y que ha significado muerte en nuestro territorio», declaró Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali.
«Todavía no podemos precisar si todas las muertes que hemos tenido durante el 28 de mayo están asociadas a la protesta. Esto es importante porque corresponde a la Fiscalía el esclarecimiento de cada muerte. Sin embargo, no cabe duda que, un número muy significativo de muertes que hemos tenido están asociadas a este evento de movilización ciudadana», añadió Ospina.
«Escenario de guerra»
El secretario de Seguridad de Cali, Carlos Rojas, calificó de «inadmisible» que la población civil se encuentre armada y participe en los enfrentamientos: «nos parece que lo que ha pasado tiene que ser rápidamente investigado por todas las autoridades, se tienen que identificar estas personas y se tienen que judicializar. La ciudad no puede convertirse en un escenario de guerra».
Uno de los incidentes más graves ha sido la pasividad de la Policía ante una intervención de civiles que abrieron fuego contra manifestantes y periodistas en Cali. Tras la polémica, la Policía ha abierto una investigación sobre lo ocurrido y el alcalde Ospina ha condenado los hechos.
El presidente Duque anunció el «máximo despliegue militar» en la ciudad de Cali y el departamento donde se ubica, Valle del Cauca. «Vamos a triplicar nuestra capacidad en menos de 24 horas en todo el Departamento, asegurando una asistencia también en puntos neurálgicos donde hemos visto actos de vandalismo, de violencia y de terrorismo urbano de baja intensidad».
Amenazas de Uribe
Mientras, el expresidente colombiano y líder del partido oficialista Centro Democrático, Álvaro Uribe, ha manifestado el rechazo de su partido a cualquier tipo de negociación con el Comité del Paro Nacional mientras se mantengan los bloqueos de carreteras y la militarización de las regiones en las que haya «amenaza contra la seguridad de los ciudadanos».
Estas peticiones están incluidas en una carta publicada por Uribe que explicita su rechazo a las negociaciones. «Negociar con bloqueos y violencia es continuar la destrucción de la democracia», ha advertido.
Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha manifestado su preocupación por la escalada de la violencia en las protestas contra el Gobierno de Colombia y ha hecho un llamamiento a castigar las agresiones y a la negociación entre el Gobierno y las organizaciones movilizadas.
Movilización contra la reforma fiscal
Así, la CIDH ha emplazado al Estado colombiano a «investigar y sancionar los hechos con debida diligencia y enfoque étnico«. Y a «priorizar el diálogo». Este mismo sábado, el director para las Américas de la ONG Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, ha criticado el decreto del presidente colombiano, Iván Duque, por el que ordena un despliegue de asistencia militar en Cali y varias regiones del país para restablecer el orden público.
Las protestas que sacuden el país desde hace ya un mes comenzaron como una movilización contra la reforma fiscal planteada por el Ejecutivo de Iván Duque, pero una vez retirada la misma las movilizaciones reclaman medidas para atajar la desigualdad en el país.