Trágica fiesta judía de ‘Lag Baomer’: 44 muertos
Una 'estampida' pudo desencadenar el caos en el acto celebrado en el monte Merón de Israel y en el que participaban más de 100 mil personas
La popular fiesta religiosa judía de ‘Lag Baomer’ acabó en tragedia con al menos 44 muertos, entre ellos varios niños, y más de 150 heridos de diversa consideración. Una ‘estampida’ en la celebración en el monte Merón, al norte de Israel, desencadenó el caos en un acto multitudinario en el que participaban unas 100 mil personas.
El Ministerio de Salud de Israel informó este viernes que 38 de las personas fallecidas murieron en el lugar de los hechos y otras 6 lo hicieron en los hospitales de Jerusalén, Nahariya, Safed, Haifa y Tiberiaen que atienden a las víctimas de un suceso que ha conmocionado a Israel. En las labores de rescate se emplearon seis helicópteros y decenas de ambulancias.
Evacuación masiva
Para atender la situación y acelerar la evacuación, el Ministerio de Transportes envió más de 300 autobuses para trasladar a los fieles, mientras la Policía y los soldados israelíes participaban también en el rescate de las víctimas, recoge ‘The Jerusalem Post’.
Los hospitales mencionados han abierto líneas de teléfono para que las personas puedan buscar a sus familiares involucrados en una tragedia de la que aún no se conocen con certeza los motivos.
Líneas de investigación
Si bien los informes iniciales han indicado que un expositor se habría derrumbado en uno de los conciertos, en el que participaban unas 100 mil personas, el servicio de rescate indicó que la tragedia se produjo por un «severo hacinamiento» de personas. El Ejército de Israel tiene una tercer versión y cree que el incidente se produjo por el derrumbe de un techo.
El ‘Lag Baomer’ es una fiesta religiosa muy popular en Israel. Miles de judíos ultraortodoxos estaban celebrando en la ciudad de Merón con masivas hogueras en la ladera de la montaña y visitas a la tumba del rabino Shimon Bar Yohai. Vídeos difundidos en las redes sociales han mostrado a personas cantando, bailando y saltando. Se trata del evento más grande celebrado en el país desde que estalló la pandemia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado el incidente de «desastre terrible», mientras la Policía ha abierto una investigación para aclarar los hechos.