Todo el mundo tiene un Jetta, al menos en la cabeza
Es un auto austero, pero cómodo y seguro. El auto del presidente de México es un Jetta clásico, cuatro cilindros, cuatro puertas, con motor de gasolina de 2.0 L. Es un auto sin lujos, pero confortable. Tiene una capacidad para cinco personas, mide 4.4 metros de largo y 1.73 metros de ancho. Resiste un peso máximo de una tonelada y 750 kilogramos. Tiene un depósito de combustible de 55 litros. El tanque se llena con 900 pesos. Y el motor tienen una potencia de salida de 115 HP a 5,200 rpm.
Así es el coche del Presidente de México. En este vehículo sencillo se trasladó a la toma de posesión el primero de diciembre. Andrés Manuel López Obrador tiene a su disposición camionetas Suburban blindadas y vehículos lujosos en la Presidencia de la República, pero ha decidido no usarlos. Andrés Manuel andará en su Jetta para arriba y para abajo.
Su decisión es muy parecida a la que tomó el expresidente de Uruguay, José Mugica, quien en todo su Gobierno utilizó un auto VolksWagen sedán, conocido en México como un vocho
El Jetta es un auto popular de VolksWagen. El último modelo clásico, como el de Andrés Manuel, salió al mercado en 2013. La campaña oficial para promover el carro era: “Todo el mundo tiene un Jetta, al menos en la cabeza”. Ese modelo hoy cuesta entre 120 mil y 130 mil pesos, según el libro azul de precios de autos usados de México.
Andrés Manuel ya está acostumbrado a viajar con austeridad. Cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2000 utilizó un auto Tsuru blanco -como de taxi- para acudir a sus compromisos.
Su decisión es muy parecida a la que tomó el expresidente de Uruguay, José Mugica, quien en todo su Gobierno utilizó un auto VolksWagen sedán, conocido en México como un vocho. De hecho, Mugica sigue usando su vocho.
La decisión de usar un Jetta implica varias dificultades. No es un auto blindado, por ejemplo. Es un auto no recomendado para un Presidente.
Tampoco es un auto muy rápido. Aunque el velocímetro marca 220 kilómetros por hora, en realidad es un auto que puede circular máximo a 150 kilómetros por hora. Y no es un auto con mucha estabilidad. Para la carretera es muy seguro, pero no tiene la estabilidad de una camioneta de lujo. Es un auto austero.
Lo cierto es que es un coche que no gasta mucha gasolina.
Es barato, económico, seguro y, ahora, presidencial.
Gracias a Andrés Manuel, el Jetta otra vez está de moda
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