Matanza de Tlatelolco: ni perdón ni olvido
Este martes 2 de octubre se cumplen 50 años del asesinato de centenares de personas, en su mayoría estudiantes, a manos del 'Batallón Olimpia' del Ejército mexicano en la Plaza de las Tres Culturas de la capital durante la presidencia de Díaz Ordaz
Este martes 2 de octubre se cumplen 50 años de la matanza de Tlatelolco, una tragedia sucedida tan solo unas jornadas antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de México en octubre de 1968. Cinco décadas después nadie sabe con exactitud el número de víctimas mortales, la mayoría estudiantes, que el Ejército mexicano masacró en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México.
En el México de 1968, presidido por el infame Gustavo Díaz Ordaz, una serie de protestas y huelgas en el ámbito universitario coparon las calles y plazas de Ciudad de México. La represión de la Policía mexicana en una riña entre alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue el detonante de todo. Se saldó con varios alumnos y profesores heridos.
Cinco décadas después no se sabe con exactitud el número de jóvenes y estudiantes masacrados por el Ejército mexicano en la Plaza de las Tres Culturas de la capital
Se convocó una huelga indefinida el 22 de julio que atrajo la presencia y apoyo de otros estudiantes del país, como los del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Después de la intervención de las fuerzas de seguridad del Estado, el conflicto se extendió por toda la capital, lo que incrementó la preocupación del Gobierno ante la inminente celebración de los Juegos Olímpicos.
El seguimiento de la huelga era cada vez mayor. Los estudiantes tenían el respaldo de profesores, intelectuales, obreros y otros profesionales. Las consecuencias se dejaban ver en la calle con la quema de autobuses, disturbios y protestas.
La represión era cada vez más violenta, tanto por parte de la Policía Nacional como del Ejército, pero esto no impidió que la huelga cesara. No fue hasta el mes de agosto cuando se conformó el Consejo Nacional de Huelga (CNH), una agrupación que representaría al movimiento estudiantil y cuyas demandas quedaron en seis puntos. Entre estas posiciones estaba la libertad para los presos políticos, la destitución de varios jefes de la Policía y la indemnizaciones a las familias de los heridos desde el inicio del conflicto, entre otras cuestiones.
En este contexto, el día 2 de octubre se convocó una masiva manifestación en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México, en la que se reunieron miles de personas. Una vez más, el Ejército se encontraba vigilando la zona, esta vez con el apoyo de helicópteros y la presencia del Batallón Olimpia, diseñado por el Gobierno con el objetivo de reprimir las protestas y manifestaciones.
Sus integrantes se infiltraron entre los manifestantes hasta llegar al tercer piso del edificio ‘Chihuahua’, donde se encontraba uno de los líderes del movimiento, que en ese momento daba un discurso ante manifestantes y periodistas. Alrededor de las 18.00 horas de la tarde, dos bengalas fueron disparadas desde un edificio. Se trataba de la señal que indicaba a los francotiradores del Batallón Olimpia que abrieran fuego contra manifestantes y militares para hacerles creer que los disparos provenían de los estudiantes.
El presidente Díaz Ordaz cifró en 20 las víctimas de la matanza. En realidad entre 200 y 1,500 jóvenes fueron cazados por las balas del ‘Batallón Olimpia’
Como respuesta, los militares comenzaron a disparar contra los manifestantes. Miles de personas corrieron a resguardarse en los edificios cercanos, en los que el Ejército irrumpió, sin orden judicial, para capturar a los jóvenes escondidos.
Horas después, la imagen de la plaza era la de un lugar lleno de cadáveres y heridos, mientras que los estudiantes supervivientes habían sido concentrados en dos edificios cercanos y desnudados por la fuerza. El caos y el misterio se apoderó de la Plaza de las Tres Culturas.
El Ejército se encargó de confiscar todas las grabaciones y fotos realizadas por los periodistas durante los hechos. La cifra total de muertos de esta matanza aún se desconoce. El Gobierno mexicano comunicó en 1968 que fueron 20 los asesinados en Tlatelolco, pero existen múltiples estimaciones sobre las víctimas de esta masacre y, en general, se sostiene que la cifra oscila entre 200 y 1.500. Testigos afirman incluso que hubo grúas llevándose los cadáveres de la plaza para ser incinerados.
En la actualidad, la Plaza de las Tres Culturas alberga un monumento en recuerdo a las víctimas fallecidas en la matanza de Tlatelolco, instalado en 1993: «A los compañeros caídos el dos de octubre de 1968 en esta plaza y muchos otros compañeros cuyos nombre y edades aún no conocemos». También incluye una lista de los fallecidos que fueron identificados, así como un fragmento del poema ‘Memorial de Tlatelolco’ de la poetisa mexicana Rosario Castellanos.
- Con infomación del portal de noticias de Europa Press