Tirso Martínez vivió ‘tranquilo’ en Guanajuato
El juez excluyó parte de su testimonio en el segundo día del juicio contra Genaro García Luna
El narcotraficante Tirso Martínez, testigo protegido en el juicio contra Genaro García Luna en Nueva York, vivió en Guanajuato muy tranquilo. Aquí era un hombre de negocios. Hizo vida pública en Irapuato, donde fue dueño del equipo fresero y convivió con los empresarios de la ciudad. Después vivió escondido en León durante casi cinco años, desde donde operó el tráfico de drogas sin tener ningún problema.
Tirso Martínez fue detenido en La Martinica de León en el año 2014, después de haber estado en el palenque de la Feria apostando a los gallos. Aquí muchos lo conocían. Sabían que tenía negocios extraños pero, aún así, algunos convivían con él.
Aquí era un hombre de negocios. Hizo vida pública en Irapuato, donde fue dueño del equipo fresero y convivió con los empresarios de la ciudad
Tirso Martínez fue un hombre público en Irapuato. Se presentaba en eventos públicos y se reunía con los empresarios guanajuatenses para hacer negocios. Casi no se dejaba retratar.
De hecho presenciaba los partidos de futbol desde la tribuna y no desde el palco. Ellos mismos habían comprado al equipo de La Piedad y al Venados de Yucatán. Después Tirso Martínez tuvo problemas cuando la Federación Mexicana de Futbol decidió desafiliar al Irapuato y al Querétaro sin dar una explicación. El verdadero problema fue que el Gobierno Federal había documentado los vínculos con el narcotráfico.
Guanajuato: escondite de narcos
Guanajuato siempre ha sido un escondite para los grandes narcotraficantes. Tan solo en el juicio contra ‘El Chapo’ declararon Tirso Martínez, que vivía en León, y Miguel Ángel Martínez, ‘El Cuick’, que vivía en Celaya y era el piloto de ‘El Chapo’. Hay que recordar que el narcotraficante Héctor Beltrán Leyva, ‘El H’, vivía en San Miguel de Allende y ahí fue detenido en octubre del 2014.
En el mundo del ‘narco’ se dice que desde hace décadas Guanajuato había sido un lugar para que pudieran vivir las familias de los narcotraficantes sin guerras, ni pleitos. Tal vez por eso, Tirso, ‘El Cuick’ y ‘El H’ pudieron vivir tranquilos en Guanajuato.
