Sinaloa: el auténtico ‘narcoestado’ fallido
Durante seis años trataron de desviar la violencia a otro lado. Pero la realidad se aprecia al final del sexenio
Por primera vez se habla de Sinaloa en este sexenio. Durante 6 años el narcotráfico funcionó de maravilla en el estado más narco de todo México: Sinaloa. Durante 6 años no hubo pleitos. Durante 6 años no hubo muertos ni enfrentamientos.
Salvo aquel día cuando capturaron por error a Ovidio Guzmán, el hijo de ‘El Chapo’ Guzmán, y lo soltaron de inmediato para “evitar derramamiento de sangre”, en realidad todo el sexenio fue tranquilo. Había paz en Sinaloa. ¿Había acuerdo?
El Cártel de Los Chapitos y el de ‘El Mayo’ Zambada competían por el mercado, pero no se peleaban en las calles. No había balaceras. Sinaloa ni siquiera figuraba entre los estados más violentos, como Guanajuato, del PAN, según el discurso oficial.
‘El Mayo’ vivía tranquilo en Culiacán, pero no había muertos. Los Chapitos seguían trabajando, pero no había ejecutados. El Presidente de México saludaba a la mamá de El Chapo. Y todos felices.
Hasta que llegó ese capítulo en donde El Mayo Zambada fue detenido en Culiacán y trasladado a Texas para ser entregado al gobierno de EEUU. Ahí se descompuso todo.
La historia ha estado llena de mentiras. Que si El Mayo fue traicionado, que si Los Chapitos negociaron, que si Héctor Cuen murió en un asalto en una gasolinera. Pero el mismo Zambada se ha encargado de desmentirlos a todos.
Ahora el presidente Andrés Manuel afirma que la violencia en Sinaloa es culpa del gobierno de EEUU, por haber capturado a El Mayo. ¿Es decir que lo mejor era que siguiera libre?
Y ahora viene el Ejército Mexicano a decir que ellos no pueden frenar la violencia, sino que depende de los narcotraficantes, de Los Chapitos y del Mayo. O sea que el Gobierno no puede hacer nada.
El mensaje que nos dan es muy claro: todo depende del ‘narco’. Al menos en Sinaloa. Durante todo el sexenio el Gobierno Federal trató de aparentar que la violencia estaba en otro lado (como en el Guanajuato panista), pero el teatrito ya se les cayó.
Los grandes ‘narcoproblemas’ están en Sinaloa, en Michoacán, en Tijuana, en Tamaulipas, en Juárez, en Zacatecas, en Durango, en Sonora, territorios en donde el gobierno no puede hacer nada, ni quiere, para combatir el poder del ‘narco’, su influencia y su dominio.
Medio país está bajo control del narcotráfico en santa paz (como en Sinaloa) y ya ni siquiera hay guerra, ni asesinatos. Eso es el auténtico estado fallido.