Sesenta años sin JFK
La versión oficial cuenta que Lee Harvey Oswald fue el único asesino, pero para el 65% de los estadounidenses el crimen "no fue obra de un lobo solitario"
22 de noviembre de 1963. Hoy hace sesenta años fue asesinado el presidente estadounidense John F. Kennedy. La versión oficial cuenta que fue Lee Harvey Oswald quien apretó el gatillo, pero para una mayoría de ciudadanos el asesinato no fue obra de un lobo solitario. La teoría de la ‘bala mágica’ y otras conspiraciones siguen teniendo vigencia.
El 65% de las personas entrevistadas en una encuesta de Gallup está convencida de que Oswald, asesinado en prisión sólo dos días después del crimen, no actuó solo. Tan solo el 29% de los estadounidenses atribuye el asesinato de Kennedy a un único hombre.
Dudas sobre la versión oficial
La duda sobre la versión oficial ha sido una constante en la historia reciente de Estados Unidos, pero también ha pasado por distintas etapas. En 1963, apenas un 52 por ciento apostaba por la conspiración, pero en 1976 el dato alcanzó un pico del 81 por ciento.
El 52 por ciento de los entrevistados a día de hoy creen que detrás del disparo a Kennedy hay «algún grupo o elemento», no tanto un cómplice de Oswald a título individual. Como potenciales sospechosos, un 38 por ciento apunta a algún funcionario o institución del Gobierno federal, frente al 29 por ciento que señalan a un actor no estatal, principalmente a la mafia.
Un trauma «inolvidable»
El asesinato sigue presente en la memoria colectiva de Estados Unidos 60 años después de aquel 22 de noviembre de 1963. El actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, ha reconocido en un comunicado que fue «un momento definitorio de trauma y pérdida que impactó el alma de la nación», de tal manera que «millones de estadounidenses aún recuerdan exactamente dónde estaban cuando ocurrió».
«Yo estaba en la universidad y acababa de salir de clase. Me quedé junto a otros estudiantes pegado a las noticias, en silencio, como todo el país», ha rememorado Biden, que ha recordado a su difunto predecesor como «un héroe de guerra, un senador y un hombre de Estado».