Salvador ejecutó a los niños en el salón de actos
"Pudo haber entre 25 y 30 estudiantes allí. No tengo el número exacto. Todos juntos, sin ningún lugar a donde ir", explicaron las autoridades sobre el 'modus operandi' del asesino de Uvalde (Texas)
Salvador Raimondo Ramos, el joven de 18 años identificado como el tirador de la escuela primaria de Uvalde (Texas), se atrincheró junto a sus víctimas en el salón de actos del centro antes de ejecutarlas, según ha contado el el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Ramos se parapetó en torno a sus víctimas y les disparó. Mató a un total de 21 personas, 19 niños y dos maestros, antes de ser abatido por la policía. «Esta forma de actuar muestra simplemente la total maldad del tirador», informa la CNN.
Usaba chaleco antibalas y un rifle de asalto
Olivarez ha contado que los agentes encargados de detener a Ramos recorrieron la escuela casi por completo antes de poder dar con él, forzar la cerradura del salón de actos y abatirle. El joven de 18 años vestía un chaleco antibalas utilizado por equipos tácticos como los SWAT, y portaba un rifle de asalto.
Olivarez no se ha atrevido a dar una cifra de cuántos más niños podrían estar heridos. «Era un salón de actos pequeño, pudo haber entre 25 y 30 estudiantes allí. No tengo el número exacto. Era el típico donde hay grandes grupos de niños, todos juntos, sin ningún lugar a donde ir», explicó.
«Hay muchas preguntas sin respuesta», ha expresado Olivarez. Las autoridades de Texas trabajan ya con el FBI para determinar si la escuela era un objetivo específico de Ramos. «Estamos mirando si había algún indicador, alguna bandera roja, mirando redes sociales», ha explicado.
«Lo que sabemos sobre el tirador es que residía aquí en Uvalde, asistió a una de las escuelas secundarias locales, vivía con sus abuelos, estaba desempleado, sin amigos, sin novia que podamos identificar en este momento, sin antecedentes penales, sin afiliación a pandillas tampoco», señaló el portavoz del departamento de Seguridad Pública de Texas.
Olivarez ha contado que la primera víctima de Ramos fue su propia abuela, a la que disparó antes de irrumpir en la escuela. La señora está viva en un hospital y los agentes están tratando de localizar a su abuelo y a otros familiares cercanos.
