Salamanca es un auténtico desastre administrativo en seguridad. No hay policía municipal. El Mando Único no ha dado los resultados esperados y ahora menos porque no tiene apoyo municipal. Luego no hay coordinación entre corporaciones. Y, finalmente, no hay confianza entre las instituciones.
Salamanca está atrapada entonces entre los pleitos de los gobiernos de Morena y del PAN. En lo municipal, gobierna Morena. En lo estatal, el PAN. Y en lo federal, Morena.
Salamanca debería coordinar los trabajos del gobierno local de Beatriz Hernández, el gobierno estatal de Diego Sinhue Rodríguez y el federal de Andrés Manuel López Obrador. Pero eso no está ocurriendo. Y el resultado es un desastre.
Salamanca no tiene policía municipal. La presidenta Beatriz Hernández no tiene a quién darle órdenes. El mando de su corporación lo tiene la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado. Pero la presidenta no confía en las Fuerzas Estatales. Eso significa que no hay un trabajo correcto para recuperar la seguridad y todo se ha politizado.
La violencia no distingue entre partidos políticos en Salamanca. Cada mes hay 45 asesinatos en la ciudad, que es ya una de las más violentas de México. ¿Cómo van a frenar eso? ¿Echándole la culpa al de enfrente?
La senadora de Morena, Antares Vázquez, dijo que el PAN no apoya a Salamanca en venganza porque Beatriz Hernández se salió del PAN y se fue a Morena y les quitó la alcaldía.
Y entonces la Presidenta se fue a México a pedirle ayuda al secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y le prometieron 120 elementos de la Marina. Es decir: la seguridad de Salamanca la dará el Ejército y la Marina por tratarse de un municipio de Morena. Pero las Fuerzas de Seguridad del Estado no se pueden ir porque también es su responsabilidad.
Hay que recordar que la violencia fue el gran elector en Salamanca. Morena ganó la alcaldía en el 2018 por la delincuencia y las ejecuciones. Hace dos años, el PAN tenía una ventaja de 3 a 1 en Salamanca y había mantenido la alcaldía desde hacía 21 años (7 triunfos consecutivos). Pero la ejecución de seis tránsitos en un solo día provocó que el PAN perdiera la elección y Morena consiguiera una victoria histórica. Es decir: la violencia le dio el triunfo a Morena.
El punto ahora es: ¿Cómo van a arreglar el problema si no hay coordinación? La violencia sigue en Salamanca y no distingue entre partidos políticos. Cada mes, en promedio, hay 45 asesinatos en la ciudad y ya es uno de los municipios más violentos de México. ¿Cómo van a frenar eso? ¿Echándole la culpa a los de enfrente?
Y siguen las diferencias entre los gobernantes. La presidenta Beatriz Hernández y sus compañeros de partido están empeñados en culpar al Gobierno del Estado de Guanajuato de todos los muertos, en lugar de ponerse a trabajar. Y los líderes panistas, en corto, han dicho que Morena no puede.
Pobre Salamanca. Tan cerca y tan lejos del Gobierno Federal. Tan lejos y tan cerca del Gobierno Estatal.
Ahí nada ha salido bien. No hay policía municipal. No hay Mando Único. No hay un plan. No hay coordinación. No hay diálogo. Y no hay acciones serias de ningún lado. ¿Imagínense cuál será el resultado? Un desastre.
