‘El Rey’ Zambada: «El Chapo sobornaba a la PGR y a la Interpol»
El "compa" del líder del Cártel de Sinaloa, principal testigo del Gobierno de Estados Unidos, explicó en el tercer día de juicio cómo pagaba a los agentes para proteger los envíos de cocaína
‘El Chapo’ tenía en nómina a cargos de la Procuraduría General de la República (PGR), de la policía, del Ejército y hasta de la Interpol. «Solo en la Ciudad de México se gastaba 300 mil dólares mensuales en sobornos», confesó este jueves Jesús ‘El Rey’ Zambada, pieza importante del Cártel de Sinaloa, hermano de ‘El Mayo’ Zambada y testigo clave del gobierno en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera.
‘El Rey’ Zambada, empleado del cártel desde 1987 hasta su arresto en 2008 y hermano de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador de la organización criminal junto al ‘Chapo’, explicó ante el jurado con todo lujo de detalles los costos de proteger el contrabando de la droga colombiana que viajaba a Estados Unidos vía México en el tercer día de este proceso que durará unos cuatro meses.
Zambada le contó al jurado que ‘El Chapo’ era su “compa”, por la amistad de años labrada entre ambos. Y reiteró que el acusado era “socio” de ‘El Mayo’. Zambada, que declaró este jueves por segundo día consecutivo, operaba en Ciudad de México donde dijo que contaba con unos 40 empleados hasta ser detenido junto a otros 14 narcotraficantes por las autoridades mexicanas en octubre de 2008. En la capital mexicana supervisaba los almacenes que recibían la droga proveniente de Colombia y que, tras ser clasificada, era transportada a Estados Unidos.
Además, controlaba el aeropuerto de la Ciudad de México y se encargaba de la “seguridad gubernamental” para proteger los movimientos de la droga. Entre sus obligaciones estaba la de corromper a los altos mandos en nombre de los líderes del cartel. Entre estos sobornos había cargos del Ejército, de la PGR e incluso de la Interpol. «Yo mismo entregaba el dinero», aseguró Zambada en el juicio. Una declaración que parece dejar en claro que decenas de funcionarios públicos estaban ‘comprados’ por el Cártel de Sinaloa y recibían importantes sumas de dinero en efectivo (casi siempre dólares) todos los meses.