Este año casi no hay muertos del narco en Sinaloa.
¿Por qué será?
¿Acaso ya se arregló el problema del narco?.
Ni de broma.
En los primeros seis meses, Sinaloa reporta 244 asesinatos, cuando en años anteriores, el número era de hasta 830 muertos.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, de Morena, presumió que el arranque del 2022 es el año con menos asesinatos desde hace 13 años. ¿Por qué están bajando las ejecuciones?
En el 2020 se registraron 257 asesinatos en los primeros cuatro meses, mientras que en el 2021 la cifra bajó a 205 muertes violentas.
“A nosotros nos está sirviendo la estrategia”, dijo el gobernador de Morena, Rubén Rocha Moya. Pero su declaración es una mala broma.
La reducción de las muertes, no tiene nada qué ver con la solución del problema. En realidad casi no hay muertos porque la mafia no ve necesario matar a nadie. Los capos están muy tranquilos, conviviendo unos con otros, sin necesidad de que corra sangre. La disminución de las ejecuciones, es porque no hay disputa de la plaza en las calles, ya que domina un cartel que está muy contento en el territorio. No hay necesidad de pelear. Al contrario: ellos quieren que todo siga igual.
Sinaloa sigue siendo un narco estado. Sinaloa está dominado por el narcotráfico. Basta recordar lo que pasó cuando el Gobierno Federal capturó de forma involuntaria a Ovidio Guzmán, el hijo de El Chapo Guzmán, y se soltaron los demonios. Hubo enfrentamientos en las calles, dejaron salir a los presos de la cárcel y los capos exhibieron sus armas en Culiacán.
Ese poderío del narco, sigue intacto en Sinaloa, y tal vez hasta más fuerte.
Entonces no se ha arreglado nada.
El gobernador presume la disminución de asesinatos, pero ¿Qué significa eso en realidad? Significa que los narcos están muy contentos y satisfechos con los abrazos -traficando drogas y ganando dinero-, conviviendo en santa paz.
