Nosotros los ‘chairos’, ustedes los ‘fifís’
Así está la clasificación hoy día: o eres un asqueroso ‘chairo’ o un asqueroso ‘fifí’. Una clasificación absurda, utilizada por unos y por otros para diferenciarnos y para descalificarnos, nos pone en el vergonzoso dilema de ser de un bando o del otro.
Guanajuato, por ejemplo, es un estado ‘fifí’ en medio de un país ‘chairo’. Guanajuato es un estado empresarial, con una fuerte industria zapatera, textil y autromotriz, y con una gran vocación de negocios. Entonces, según la definición de lo que es ‘fifí’ en este país, somos unos perfectos ‘fifís’.
Por esa estúpida clasificación podemos concluir entonces que no somos ‘chairos’. Más bien somos un Estado ‘antichairo’. Eso significa que vamos a ser los ‘fifís’ del sexenio. Y existe la posibilidad de que estemos seis años navegando a contracorriente. Mientras todo México navega con el movimiento ‘chairo’, nosotros en Guanajuato estaremos haciendo el intento por convivir siendo ‘fifís’.
Por su historia conservadora, por su vocación empresarial, por su visión del mundo, va a ser muy complicado que Guanajuato se vuelva ‘chairo’
Lo cierto es que Guanajuato va a seguir siendo ‘fifí’. Por su historia conservadora, por su vocación empresarial, por su visión del mundo, va a ser muy complicado que Guanajuato se vuelva ‘chairo’. No por nada aquí nunca pegó el PRD -ni ningún partido de izquierda- y no por nada Morena se quedó lejos del triunfo el primero de julio en el Estado de Guanajuato.
Así que podrían no venir buenos tiempos para todos aquellos que sean clasificados como ‘fifís’, como nosotros los guanajuatenses. Aunque hay que esperar a ver cómo se acomodan las cosas en el país.
Tal vez nos vamos a dar cuenta de que la clasificación de ‘chairos’ y ‘fifís’ es estúpida, y que en realidad no pasará nada en el día a día. Eso sería lo mejor para México. Pero existe la posibilidad de que nuestra condición de ‘fifís’ nos vaya a significar algunos problemas para convivir con el México ‘chairo’.
México no merece esto.
Guanajuato no merece esto tampoco.
Deberíamos todos luchar por un México sin ‘chairos’ ni ‘fifís’, pero lamentablemente esta distinción entre unos y otros viene desde lo más profundo de la lucha de clases. El nuevo capítulo bien podrían llamarse: Nosotros los ‘chairos’, ustedes los ‘fifís’.
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