No hay dinero. Al menos para los independientes. El candidato independiente de Atarjea, José Guadalupe Flores Loyola, ‘Lupillo’, recibirá 2 mil 892 pesos para hacer su campaña, aunque usted no lo crea. Así como lo leyó: 2 mil 892 pesos para hacer una campaña política para la alcaldía de Atarjea. Yo conozco varios candidatos a la mesa directiva de Primero de Primaria que han gastado más que eso.
Hay más. El candidato independiente de Huanímaro recibirá 11 mil 579 pesos para su campaña, en un municipio que tiene 16 mil habitantes. Así están todos los independientes.
Aunque usted no lo crea, ‘Lupillo’, el candidato independiente de Atarjea, recibirá menos de tres mil pesos para su campaña electoral
El candidato de Ocampo recibirá 12 mil 154 pesos para su campaña, dinero que se usará seguramente en gasolina y tortas para recorrer las comunidades, con altas probabilidades de no completar. El candidato de Tarimoro tendrá que hacer malabares para hacer rendir sus 21 mil 344 pesotes. Y el de Uriangato tiene que arreglárselas con sus jugosos 33 mil 468 pesos. El de Villagrán debe estar feliz con sus 30 mil 949 pesos para la campaña. A estas alturas, el candidato de Juventino Rosas se debe sentir rico porque le llegarán 41 mil 459 pesos, lo mismo que el de Comonfor, con 40 mil 578 pesos.
La fórmula salió mal.
El financiamiento a los candidatos independientes se hace en función del número de habitantes de su municipio, pero entonces eso afectó a muchos.
El dinero asignado corresponde a lo que recibiría un partido nuevo en Guanajuato, es decir, como 2 millones 600 mil pesos. El problema es que ese dinero se dividió en dos partes: la mitad para los candidatos a diputados locales y la otra mitad para los candidatos a alcaldes. Solo que los diputados son dos y los candidatos a alcaldes son 24. El resultado es que los alcaldes se quedaron con las morusas de las prerrogativas.
Los independientes pueden buscar recursos privados, pero debe ser la misma cantidad que el financiamiento público. Seguirán siendo pobres
Hay que verlo para creerlo. El candidato para Acámbaro recibirá un financiamiento institucional de 65 mil pesos. No alcanza ni para comprar gorras y playeras. El candidato de San Felipe recibirá 54 mil 904 y el de Apaseo El Grande otros 45 mil 96 pesos.
Claro que el candidato independiente puede buscar un financiamiento privado, que debe ser la misma cantidad que el financiamiento público. Eso significa que van a seguir siendo candidatos pobres.
Hay otros más afortunados, como el candidato de Valle de Santiago, que recibirá 77 mil 894 pesos; el de Dolores Hidalgo, que se meterá a la bolsa 75 mil 837 pesos; el de Pénjamo, con 84 mil 730 pesos; y el de San Miguel de Allende, con 85 mil 89 pesos.
Los más ricos son los independientes de Salamanca, con 144 mil 655 pesos; Irapuato, con 281 mil pesos; y Celaya, con 253 mil pesos. Cantidades que resultan casi de broma por tratarse de poblaciones de 208 mil personas, 405 mil y 365 mil habitantes.
No puede ser.
Los candidatos de los partidos tradicionales gastan millones de pesos en las campañas, y los independientes deben hacer mucho con poquito.
Así como van a competir: están destinados a perder.
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