Nadie sabía que era testigo protegido en Estados Unidos. A finales de los ochenta, ‘El Cuick’ era una leyenda en Celaya. Los empresarios hablaban de sus negocios y sus influencias.
Los policías sabían que era piloto aviador del Cártel de Sinaloa y que tenía contactos de alto nivel, pero en realidad nadie dimensionaba su poder, hasta ahora que sale a la luz pública que sí era un operador financiero muy cercano a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y que su testimonio fue presentado en la corte de Nueva York.
Miguel Ángel Martínez, ‘El Cuick’, es originario de Celaya. Hizo estudios de Preparatoria en el Colegio Marista, por lo que era muy conocido y popular en su generación. Después se fue a Toluca a estudiar una carrera como piloto aviador y ahí conoció a ‘El Chapo’ en 1987.
El Gobierno de Estados Unidos ha dicho que sus apodos son ‘El Gordo’, ‘El Tololoche’ o ‘El Compa’. Pero en Celaya todos lo recuerdan como ‘El Cuick’, un piloto aviador que se hizo muy popular en la ciudad
En su ciudad hizo una red de colaboradores. Convivía con empresarios y con jóvenes de su edad. De hecho, hay reportes de comidas con empresarios en el Club Campestre.
Durante 12 años, estuvo cerca de ‘El Chapo’ Guzmán. Pilotaba aviones de droga desde Colombia hasta Estados Unidos. Coordinaba el envío de droga y el regreso de millones de dólares. Y ha declarado que entregaba millones de dólares a altos funcionarios del Gobierno de México, entre ellos al comandante Guillermo González Calderoni.
Miguel Ángel Martínez ahora tiene una nueva identidad. Vive en Estados Unidos, con otro nombre y tal vez con otro rostro. El Gobierno norteamericano ha dicho que sus apodos son ‘El Gordo’, ‘El Tololoche’ o ‘El Compa’. Pero en Celaya todos lo recuerdan como ‘El Cuick’, un piloto aviador que se hizo muy popular en la ciudad.
Fue detenido en los años noventa, bajo la acusación de ser el piloto de ‘El Chapo’ Guzmán. Pero todos se olvidaron de él. Nunca nadie supo que fue extraditado a Estados Unidos. Ni que se apegó al programa de testigos protegidos. Cambió de vida. Y ahora vive oculto, bajo otra identidad, en alguna ciudad norteamericana.
El Gobierno de Estados Unidos no ha permitido que le tomen fotografías, ni que dibujen su rostro. Es un nuevo ser humano, con otro nombre. En Celaya, mientras tanto, no pueden creer que ‘El Cuick’ se haya metido tan adentro en el narcotráfico y que sea testigo protegido contra ‘El Chapo’.
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