Nadie quiere debatir
Los ejercicios de debate terminan siendo un duelo de mentiras
Es una estrategia: no contestes ninguna agresión. Así están encarando los debates los candidatos punteros. No contestan. No se enganchan. No responden.
De esa manera los candidatos punteros han logrado superar los cuestionamientos de los opositores. La muestra la puso Claudia Sheinbaum en el debate presidencial. Xóchitl Gálvez la acusó de que su familia apareció en los ‘Panamá Papers’. No dijo ni una palabra.
Xóchitl Gálvez la señaló de negligente por la escuela Rebsamen que no fue clausurada por corrupción y eso provocó la muerte de niños. Sheinbaum no dijo nada.
Esa es la táctica: no contestes. No le des importancia a la agresión. Réstale trascendencia al tema. Aparenta que no te dolió. Manten la calma ante las acusaciones. Y todo se va a resbalar al final del debate.
Igual en León
Así ocurrió también este domingo en el debate de la Presidencia Municipal de León. Los candidatos hicieron señalamientos directos a Alejandra Gutiérrez y ella ni siquiera tomó la opción de réplica. No era necesario contestar señalamientos y menos si son falsos.
Lo mismo ocurrió con Vanessa Montes de Oca, candidata de Morena. Le preguntaron si estaba de acuerdo con la política de ‘Abrazos y no balazos’ y tampoco respondió.
No hay respuestas. Nadie quiere debatir.
En el debate de Guanajuato, Jorge Rodríguez ‘El Pastelero’, tampoco respondió a los señalamientos de Roberto Saucedo. Y Samantha Smith no respondió ninguna agresión.
Y Lorena Alfaro tampoco se enganchó. Y Mauricio Trejo, menos. Nadie quiere responder. ¿Para qué? No es necesario.
El pueblo no espera tampoco grandes discusiones de fondo. Quiere ver gritos y sombrerazos. Estridencia y escándalos. Golpes bajos y alusiones personales. El pueblo quiere ver sangre y trapitos al sol. Pero nada de eso está ocurriendo.
Los debates se están convirtiendo en monólogos aburridos con pequeñas agresiones personales que nadie está dispuesto a responder. Son programas aburridos de televisión que nadie quiere ver.
Capítulos de series malas en donde no pasa nada.