Muere Bertolucci: el último emperador del cine italiano
El cineasta, autor de auténticas obras de arte como 'Novecento' o 'El último tango en París', fue el único director de su país en ganar el Oscar en esa categoría con 'El último emperador', que se llevó nueve premios de la Academia de Hollywood en 1988
El director italiano Bernardo Bertolucci falleció este lunes a los 77 años de edad, según informa el diario italiano Il Corriere Della Sera. El cineasta fue autor de una amplia filmografía plagada de grandes éxitos como ‘Novecento’, ‘El conformista’, ‘El último tango en París’ o ‘Belleza robada’.
Muere el director italiano Bernardo Bertolucci a los 77 años.
Pero su gran triunfo lo obtuvo con ‘El último emperador’, un filme con el que en 1988 que se llevó nueve premios de la Academia de Hollywood, incluyendo los de Mejor Director y Mejor Película. A lo largo de su carrera, el cineasta despertó grandes debates y mucha controversia. Fue galardonado en 2007 con el León de Oro al logro de toda una vida en la Mostra de Venecia y recibió el mismo reconocimiento en 2011 con la Palma de Oro honoraria en el Festival de Cine de Cannes.
Bertolucci, discípulo de Pier Paolo Pasolini y último representante de una generación de descomunales cineastas italianos, murió a los 77 años en su casa de Roma
Bertolucci también fue Gran Oficial de la Orden del Mérito de la República Italiana y Medalla de Oro para el meritorio de la cultura y el arte. Sus últimas películas fueron el filme ‘Soñadores’ , protagonizada por Michael Pitt, Louis Garrel y Eva Green, que vio la luz en 2002, y ‘Tú y yo’, un intenso drama juvenil que estrenó en 2012 basado en una breve novela de Niccolò Ammaniti.
Bertolucci, última frontera de una generación de descomunales cineastas italianos, murió a los 77 años en su casa del romano barrio de Monteverde Vecchio. Autor de monumentos como El último tango en París, Novecento o El último emperador, nació en Parma en 1940. Hijo del gran poeta Attilio Bertolucci y de la profesora Ninetta Giovanardi, fue íntimo amigo de Pier Paolo Pasolini, defensor empedernido del Partido Comunista y ávido lector del marxismo y el psicoanálisis.
Bertolucci siempre reconoció la enorme influencia sobre su cine de Pasolini, a quien conoció porque su padre le había editado su Ragazzi di vita y se había mudado al mismo edificio. El cineasta lo explicaba así en una entrevista Il Corriere della Sera: “Un día, cuando tenía 21 años me lo encontré delante de la puerta y me dijo: ‘Eh, te gustan las películas, ¿verdad? Porque voy a rodar una y quiero que me hagas de asistente en la dirección. Se llamará Accattone’. Le dije que nunca había hecho de asistente, y él me respondió que tampoco había dirigido ninguna película”. De hecho, la primera cinta que firmó, La cosecha estéril, partió de una historia del propio Pasolini.
Así nació una carrera que le llevó a dirigir una quincena de cintas y a alcanzar fama mundial por su innegable talento no exento de polémica. Especialmente cuando se supo que había pactado con Marlon Brando la famosa escena de los abusos de El último tango en París sin que Maria Schneider lo supiese. Una película que le permitió poder rodar Novecento, un monumento desde todos los puntos de vista posibles. Una descomunal crónica de las primeras cinco décadas de la Italia del siglo XX, partiendo el 27 de enero de 1901 con la muerte de Giuseppe Verdi: justo el día que nacen los dos amigos que protagonizan la cinta.
Pero el reconocimiento en Hollywood llegó con El último emperador (1987), la trágica y novelesca historia de Pu Yi, el último representante de la dinastía manchú, quizá una de sus obras menos lucidas, pero la única que le ha valido a un director italiano el Oscar a la Mejor Dirección.
