Morena ya le bajó dos rayitas a la agresividad en GTO
Mi nombre clave es Howard Johnson, como los hoteles. Soy 'Testigo Protegido' y te cuento lo que ellos no quieren que sepas
Lo que voy a contar ocurrió un miércoles. El miércoles 23 de febrero en el Congreso del Estado. Ese día temían gritos y sombrerazos de Morena porque Carlos Zamarripa asumía el cargo como Fiscal. Todo estaba listo para lo peor.
Yo estuve ahí, vestido de policía antimotín, con mi asistente Chesterfield, disfrazado de doberman, en la primera línea de batalla, en el sótano. Un grupo especial antimotines estuvo oculto ahí por si acaso llegaban los manifestantes de Morena. Los diputados habían dado la orden de no mostrar a los grupos antimotines, como había ocurrido una semana antes, cuando fueron a gritar los activistas del partido.
Así que se hizo un operativo silencioso. Se montó un retén afuera de la planta de General Motors para advertir a los jefes sobre posibles activistas. Después se hizo otro operativo en la caseta de la autopista Silao-Guanajuato.
Pero en realidad no ocurrió nada. La policía estaba estresaday nada más. No hubo mayores incidentes. Carlos Zamarripa entró al recinto legislativo y en cinco minutos tomó posesión. El PRI sacó unas playeras ensangrentadas y Morena una manta expresando rechazo a Zamarripa, pero nada más.
Yo saqué mi teléfono encriptado y desde el sótano mandé un mensaje autodestruible a la autoridad superior: no hubo disturbios. El PAN apoyó a la Guardia Nacional y Morena ya le bajó dos rayitas en Guanajuato.