México pide ayuda para esclarecer el accidente de Puebla
El Gobierno de AMLO contacta con la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos para saber las causas de la tragedia en la que murieron la gobernadora Martha Érika Alonso, el senador Rafael Moreno Valle, su asesor Héctor Baltazar, y los pilotos Roberto Coppe y Antonio Tavera
Las causas del accidente de helicóptero de Puebla siguen siendo un misterio. El Gobierno de AMLO ha solicitado la colaboración de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (National Transportation Safety Board), que proporcionará investigadores de alto nivel para saber qué pasó.
También participarán en la investigación los fabricantes del fuselaje y las turbinas del helicóptero, producidos, respectivamente en Italia y en Canadá. Ya han enviado peritos al lugar de la tragedia, en la que, además de Alonso y Moreno Valle, murieron los pilotos de la aeronave, Roberto Coppe y Antonio Tavera; y Héctor Baltazar, un asistente del senador.
«Tenemos instrucciones precisas del presidente de la República de contar con los mejores expertos internacionales y, por ello, ya se ha contactado con la National Transportation Safety Board. Se trata de hacer efectivo el compromiso con la verdad», subrayó el subsecretario de Transportes de México, Carlos Alfonso Morán, en una rueda de prensa convocada poco después del mediodía de este martes.
Los esfuerzos de las autoridades mexicanas, ya con la ayuda de los especialistas estadounidenses, italianos y canadienses, se centran en identificar las causas por las que la aeronave, un helicóptero Augusta 109 que cumplía todos los requisitos técnicos para volar, se desplomó apenas 10 minutos después de despegar del helipuerto Triángulo de las Ánimas, en pleno centro de la ciudad de Puebla, según informa El País.
Las licencias de vuelo y los certificados médicos del capitán, Roberto Coppel, y del primer oficial, Marco Antonio Tavera, se encontraban al día. Ambos eran experimentados, con miles de hora de vuelo a sus espaldas. La aeronave también tenía vigente el certificado de navegabilidad, emitido en septiembre. «Tenía pocas horas de utilización [2.400] y estaba en buenas condiciones», destacó Morán.