“Me dijo que iba a comprar dulces y nunca volvió”
Dolor y rabia en el funeral de Luz María Monserrat: la niña de 14 años asesinada por una bala perdida en la colonia Los Olivos
Dolor, rabia, impotencia, consternación. Un cóctel de sentimientos invadía el funeral de Luz María Monserrat, la niña de 14 años a la que una bala perdida le arrebató la vida en la colonia leonesa de Los Olivos.
Montse, como le gustaba que le llamaran, estaba muy emocionada con la preparación de sus 15 años. Una fiesta que nunca llegará. “Ya no voy a ver a mi niña”, decía desconsolada su madre María de la Luz en el funeral de su hija. “Me dijo que iba a la tienda a comprar dulces y nunca volvió. Me pidió que la dejara ir con su tía que vive a la vuelta junto con más niños, entre ellos algunos primos”, cuenta con la voz rota y la mirada perdida.
“Era hermosa, muy amigable y siempre andábamos juntas”, comenta su madre con la voz rota y la mirada perdida
Al ver que se tardaba aquella noche su madre empezó a preocuparse. María de la Luz ya se estaba preparando para salir a buscarla. “Ya era noche y no me gustaba que anduviera sola por la calle”. En ese momento recibió una llamada de su hermana que no olvidará nunca y que cambió su vida para siempre. Le advertía que fuera de inmediato a donde estaba Luz y al llegar se encontró con su hija tendida en la acera con un balazo en el abdomen.
“Era hermosa, muy amigable, siempre andábamos juntas”, contaba su madre a los medios con un nudo en la garganta. Montse o Luz, como le decían también algunas amigas, era una alumna muy destacada de la Telesecundaria número 12. Varios compañeros ya habían ido a su casa a darle el pésame tras conocer la trágica noticia.
“Mi hija estaba feliz de pasar al último año de Secundaria, feliz porque el 23 de mayo iba a cumplir sus quince años. Yo le decía que le haríamos su fiesta Y se la pasaba buscando vestidos en facebook. La tenía en un curso de verano porque le gustaba cantar, correr y el sábado me puso a lavar porque me dijo que no tenía pants limpios”, dice con la voz entrecortada. Una fiesta que nunca llegará.