Los últimos discursos de los candidatos

En estos últimos días los candidatos le han apostado a temas diferentes. Es muy claro. El mensaje de Ricardo Anaya es que va a meter a la cárcel a Enrique Peña Nieto y a los responsables de los escándalos de corrupción en nuestro país. Su apuesta es combatir la impunidad y la corrupción.

Ricardo Anaya también ha insistido en la idea de que el PRI y Morena ya pactaron la sucesión, y que Andrés Manuel les ofreció impunidad.

El mensaje de José Antonio Meade, en cambio, va en el sentido de que va en segundo lugar en las encuestas y de que ya superó a Ricardo Anaya. Eso con la intención de que Anaya no sea beneficiado por el voto útil. José Antonio Meade insiste además en que Anaya tiene escándalos de corrupción, con el propósito de bajarlo del segundo lugar.

Ricardo Anaya ha insistido en la idea de que el PRI y Morena ya pactaron la sucesión, y que Andrés Manuel les ofreció impunidad

El discurso de Andrés Manuel López Obrador, por su parte, está enfocado en decir que todas las encuestas le favorecen y que no hay quien lo pueda alcanzar. AMLO le ha apostado a crear la percepción de que casi ya ganó la Presidencia de la República y que es inalcanzable. Andrés Manuel ha dicho en los últimos días que duplicará el apoyo a los adultos mayores y en que dará una pensión especial para los discapacitados pobres.

Andrés Manuel toda la campaña ha centrado sus mensajes en ocho o nueve ideas esenciales: la idea de que venderá el avión presidencial, la propuesta de quitar la pensión a los ex presidentes y los ofrecimientos de que cancelará el aeropuerto de la Ciudad de México y de que tumbará la reforma educativa.

Los mensajes que tienen a Andrés Manuel muy cerca de Los Pinos tienen que ver con el combate a la corrupción, la mafia del poder y la impunidad

Los mensajes que tienen a Andrés Manuel muy cerca de Los Pinos tienen que ver con el combate a la corrupción, la impunidad y la mafia del poder. AMLO ha ganado simpatías del pueblo con la impresión de que él no es corrupto y que ya llegó la hora de castigar a los poderosos y millonarios del país. También ha focalizado sus discursos en aumentar el sueldo a los de abajo y bajar el sueldo a los de arriba.

Así están los discursos, a unos días de las elecciones presidenciales más peleadas en mucho tiempo. Queda claro que las campañas son de mensajes y discursos que conecten con la ciudadanía.

Esta competencia no es para ver quiénes son los hombres más capaces o preparados para gobernar el país, sino para ver quiénes son los que conectan con sus discursos con la ciudadanía y los mexicanos. Es lamentable, pero es real. El que diga lo que la gente quiere oír es el que tiene más posibilidades de ganar. El que consiga entender lo que el pueblo quiere es el que puede ganar, aunque sus propuestas sean absurdas y tramposas, como las de Donald Trump en Estados Unidos.

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