Los niños son el futuro del México chairo y el México fifí
¿Qué educación estamos dando a los niños en México? ¿Acaso estamos formando buenos fifís y buenos chairos? Hacia allá vamos sin remedio.
Los niños chairos amarán a Benito Juárez y no leerán el periódico Reforma. Su noticiero favorito será el de Carmen Aristegui (aunque esté en los últimos lugares del rating) y serán becados desde las estancias infantiles hasta la universidad.
Esos sí serán auténticos niños de izquierda, que para eso Morena ganó la Presidencia de México. Despertarán con la conferencia mañanera y serán expertos en redes sociales y en troles. Los niños chairos compartirán los tuits de Epigmenio Ibarra y se morirán de risa con los cartones de Helguera. Crecerán odiando a la derecha que todo obstruye y detestarán a los yanquis y al neoliberalismo que tanto daño nos ha hecho.
Así estamos educando en México a nuestros niños. En la polarización y la discordia. Entre la visión de la derecha y la izquierda. En medio de un pleito que no es de ellos
Los niños fifís, en cambio, tendrán como héroe a Enrique Krauze y a Felipe Calderón, y leerán el periódico Reforma. Su noticiero favorito será el de Ciro Gómez Leyva (que está en primer lugar en el rating), y nunca recibirán una beca, ni en las estancias infantiles ni en la universidad. Serán expertos en redes sociales y en troles.
Compartirán los tuits de Fernando Belauzarán y se morirán de risa con los cartones de Calderón. Crecerán odiando a la izquierda latinoamericana y a Nicolás Maduro, y detestarán el populismo y el autoritarismo de Venezuela.
Así estamos educando a nuestros niños. En la polarización y la discordia. Entre la visión de la derecha y la izquierda. En medio de un pleito que no es de ellos. Confundidos entre lo correcto y lo incorrecto, lo patriótico y antipatriótico, lo constitucional e inconstitucional, lo legal e ilegal. En medio del bien y el mal.
Los niños aprenden rápido de los adultos. Y entonces es de esperarse que la actual generación crezca con versiones parciales de los hechos, con visiones del país distorsionadas por la pasión de sus padres. Pobres niños. Les ha tocado vivir el encontronazo de la derecha y la izquierda.
Los niños chairos amarán a Andrés Manuel López Obrador y estarán convencidos de que les tocó vivir la histórica Cuarta Transformación de México. Los niños fifís, en cambio, vivirán quejándose de las decisiones del Gobierno y cuestionando la intromisión de Rusia y Venezuela en México.
Puras verdades a medias para explicar lo que ha pasado en México. Así estamos educando a los niños.
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