Los expertos en accidentes aéreos nunca encuentran nada
El accidente aéreo del exgobernador de Guanajuato, Ramón Martín Huerta, nunca se aclaró. Hubo investigaciones técnicas y políticas, pero la versión ofical siempre fue: una falla técnica o una falla humana.
El accidente del ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, tampoco se aclaró. Fue una falla técnica o una falla humana. El accidente del exsecretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, tampoco tuvo alguna revelación en el 2011. Ni el accidente del excandidato a la gubernatura de Guanajuato, Juan Ignacio Torres Landa, tampoco tuvo alguna revelación en las investigaciones.
Nunca se han encontrado elementos sólidos para confirmar que alguno de los accidentes de políticos mexicanos haya sido provocado
Nunca se han encontrado elementos sólidos para confirmar que alguno de los accidentes de políticos mexicanos haya sido provocado. Ninguno de los accidentes de los últimos 13 años (el de Ramón Martín Huerta fue en 2005) ha sido relacionado con las disputas políticas o con los conflictos de grupos económicos y de poder.
En todos los casos la versión oficial ha sido que fue una falla técnica o una falla humana. En realidad, es muy complicado que una investigación pueda llegar a la conclusión de que un accidente fue provocado, y tampoco hay interés en encontrar un escándalo de esa naturaleza.
Así que las investigaciones que harán sobre el accidente de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y del exgobernador, Rafael Moreno Valle, seguramente no llegarán a ningún lado.
En seis meses o un año nos van a decir que fue una falla humana o una falla técnica. Esa es la salida más fácil y cómoda para todos. Lo extraño es que cada vez que ocurre una tragedia aérea de un político, el pueblo siempre se queda con la sospecha de alguien pudo haberlo provocado, exista o no un elemento de prueba o duda. El pueblo prefiere creer en conspiraciones más que en accidentes.
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