COLUMNA PCC

La puerta amarilla que El Marro no pudo usar para escapar

Una puerta secreta. Un túnel. Un camino de tierra. El Marro siempre tenía un plan para escapar. Pero esta no le funcionó

Era una puerta de metal. La finca donde se escondía El Marro tenía una puerta amarilla en la parte atrás, por donde el criminal podía escapar, pero ni siquiera alcanzó a llegar hasta ahí.

La puerta de escape esta vez no funcionó.

El líder huachicolero, José Antonio Yepez Ortiz, siempre tenía un plan de fuga en sus escondites. Una salida por atrás. Una cuatrimoto. Un camino de tierra. Una puerta conectada a la casa de un vecino. O incluso hasta un túnel. El Marro siempre tenía una ruta para huir.

Así le funcionó al menos en cinco operativos fallidos, cuando el Ejército Mexicano y la Fiscalía de Guanajuato, lo buscaron en sitios concretos y el huachicolero lograba escapar a tiempo, sin dejar rastros.

Una vez huyó en una cuatrimoto por un camino de tierra, por la parte de atrás de una casa. Otra vez escapó por la azotea de una vivienda y los vecinos dijeron que iba hasta cojeando de un pie. Otro día se escapó de la cueva en el cerro y se fue en una cuatrimoto minutos antes de que llegara la policía. El Marro procuraba tener una salida planeada y armada para evitar ser detenido.

Al menos en cinco ocasiones, José Antonio Yepez, logró huir, gracias a un pitazo, a una filtración o a una puerta secreta. Pero en esta ocasión le falló. En la gallera de la comunidad de Franco Tavera, El Marro tenía una motocicleta de cuatro llantas para tomar un camino de tierra y poder escapar. Y además contaba con una pequeña puerta en la barda de atrás. Esa puerta conectaba a una brecha entre sembradíos, por donde el narcotraficante y criminal podía escapar.

Pero nunca llegó hasta la puerta de metal.

La madrugada del 2 de agosto, los agentes del grupo especial Geri de la Fiscalía de Guanajuato y los soldados del Ejército Mexicano, rodearon toda la propiedad con elementos, para evitar una fuga no prevista. De hecho en la puerta trasera había también agentes especiales, pero El Marro ni siquiera llegó hasta la puerta.

Los agentes investigadores entraron a la finca, lanzaron varios artefactos explosivos y comenzaron a disparar para evitar que El Marro y sus hombres, pudieran moverse en el interior. El hombre más sanguinario y peligroso de los últimos años, fue detenido antes de usar su ruta de salida. El Marro no tuvo escapatoria.

La suerte se le acabó al criminal. En la puerta trasera de metal, la Fiscalía General de Justicia de Guanajuato, colocó un sello blanco que dice: “Bien Inmueble Asegurado”. El corrido del hombre que robó pipas de gasolina a Pemex y que desafió al Estado, ha terminado.

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Pablo César Carrillo

Periodista de estos tiempos.

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