La muerte de Frida: 63 años de misterio
La fascinante artista mexicana falleció el 13 de julio de 1954 por una trombosis pulmonar, pero sin una autopsia previa su cuerpo fue incinerado y esparcido por su Casa Azul
Frida Kahlo murió tal día como hoy en 1954. Su fallecimiento sigue rodeado de misterio 63 años después. La versión oficial es una trombosis pulmonar debida a complicaciones por sus dolores crónicos. Sin embargo, los pensamientos suicidas rondaron por la cabeza de la pintora en el último lustro. Su cuerpo, sin una autopsia previa, fue incinerado y esparcido por su Casa Azul.
Magdalena Carmen Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907. Considerada como una de las mejores pintoras mexicanas y una de las mujeres artistas más importantes del mundo, sus cuadros siguen siendo motivo de estudio en galerías y universidades de todo el mundo. Marcada por la enfermedad y con una salud precaria, contrajo poliomielitis a los seis años. Esta dolencia afecta al sistema nervioso, pero a ella le perjudicó gravemente a su pierna derecha, la cual se desarrolló muy delgada; y a su pie, que se estancó en crecimiento.
Fue tras su divorcio de Rivera en 1939 cuando realmente le sobrevino la fama. Mientras sus cuadros se exponían en museos de todo el mundo, su salud se iba deteriorando
A los 18 años fue víctima de un accidente de autobús mientras volvía de sus clases de medicina. Su columna vertebral se fracturó en tres partes, al igual que dos costillas, la clavícula y el hueso púbico. Su pierna derecha se vio afectada, a la vez que su pie derecho, que se dislocó. Se le descoyuntó el hombro izquierdo y un pasamanos le atravesó desde la cadera izquierda hasta salir por la vagina. Un total de 32 operaciones quirúrgicas, clavos, corsés y un fuerte dolor crónico fueron las secuelas que arrastró durante el resto de su vida.
Dos años después del accidente comenzó a salir de casa de nuevo. Frecuentó los ambientes más intelectuales y artísticos de México, empapándose de ideas nacionalistas y comunistas. En una de esas reuniones conoció a Diego Rivera, otro de los pintores nacionales más notables. Pese a los 21 años de edad que los separaban, iniciaron un romance que duró más de una década.
Las infidelidades, dos bodas, dos abortos pero un profundo vínculo creativo marcaron las obras ambos pintores. Fue en esta época cuando Kahlo diferenció su estilo. Con gusto por lo precolombino y animada por Rivera, comenzó a llevar vestidos y faldas largas llenas de colores y estampados, collares y pendientes de gran tamaño y su señal más característica, su semblante cejijunto.
Fue tras su divorcio con Rivera en 1939 cuando realmente le sobrevino la fama. Mientras sus cuadros se exponían en museos de todo el mundo, su salud se iba resintiendo, llegando a acudir en una cama de hospital o en silla de ruedas a múltiples exposiciones. En 1953 sufrió la amputación de una pierna y comenzó a reflejar en su diario ideas suicidas.
Finalmente falleció el 13 de julio de 1954 por una trombosis pulmonar. Pese a todo, las causas de su fallecimiento no fueron del todo esclarecidas ya que no se le practicó la autopsia. Lo que hizo que aumentara el halo de misterio que siempre rodeó a la pintora.