La hora de la pólvora para los ‘infiernotes’
Recta final: los candidatos preparan el cierre de campaña
Hay una frase clásica del PRI: «¿Para qué gastamos pólvora en infiernitos?». Bueno, pues llegó el tiempo de los ‘infiernotes’.
En estos últimos nueve días de campaña vamos a ver los verdaderos infiernos. Vienen los ataques, las agresiones, las acusaciones y las calumnias más fuertes de los contendientes.
Sobre todo vienen los ataques de los que van en segundo lugar tratando de alcanzar a los punteros. O las agresiones de los punteros para no ser alcanzados.
Prepárense para los escándalos. Por ejemplo, Xóchitl Gálvez ya sacó el libro de Anabel Hernández en el que hace revelaciones sobre Andrés Manuel López Obrador y el narcotráfico.
La misma Xóchitl sacó el tema del ‘Cártel del Huachicol’ de Mario Delgado y sus negocios con la gasolina chueca. Y afirmó que el presidente de Morena está siendo investigado en Estados Unidos.
Y viene lo peor
Escándalos de corrupción. Vínculos con el crimen organizado. Negocios oscuros. Contratos amañados. Transas consumadas. Las casas nuevas. Todo el cochinero de la política mexicana a nivel nacional y local está por salir.
¿Para qué gastamos pólvora en infiernitos? Pues justo ahora es cuando son los auténticos ‘infiernotes’. El pleito abierto. La agresión vil. El ataque directo. La difamación. La mentira. La calumnia. Todo lo que sea necesario para ganar la elección.
Uno de los escándalos más esperados de la temporada va a ser la investigación por el asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena en Celaya. Este tema sí sacará chispas y seguro saldrá unos días antes de la elección.
La duda es: ¿Hasta dónde llegará la investigación de la Fiscalía de Guanajuato? ¿Revelará quiénes fueron los autores intelectuales del asesinato? ¿Tocará a los altos mandos de Morena en Guanajuato? ¿Llegará hasta el líder más alto?
Ahí viene la pólvora. Ahí vienen los verdaderos ‘infiernotes’ que predecían los viejos lobos de mar de la política mexicana que sugerían guardar la pólvora. Llegó la hora de sacar la pólvora.