Isabel II se queda sola
La reina de Inglaterra despidió a su esposo el Duque de Edimburgo en una ceremonia solemne e íntima marcada por la pandemia. Es el principio del fin de una era en la Casa Real Británica
Este sábado se celebró el funeral por el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, en una ceremonia marcada por las restricciones por la pandemia de coronavirus, lo que no ha impedido la presencia de la reina Isabel II y de muchos de sus familiares.
Todo Reino Unido guardó un minuto de silencio en recuerdo del consorte, que recibió sepultura en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
Los servicios funerarios comenzaron con el traslado de los restos mortales del duque de Edimburgo, fallecido el viernes de la semana pasada a los 99 años de edad, a la capilla de San Jorge, en la primera aparición en público de la reina desde el deceso.
Traslado del ataúd
El ataúd fue introducido en la capilla sobre los hombros del Jefe del Estado Mayor de Defensa, el general Sir Nicholas Carter, junto con los jefes del Ejército, las Fuerzas Aéreas y la Marina británica. A continuación, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dio la bendición, y el ataúd fue bajado hasta la Bóveda Real, donde descansa junto a otros 24 miembros de la familia real británica.
De acuerdo con las regulaciones de salud actualmente vigentes en Inglaterra, solo 30 invitados asistirán a la ceremonia, la mayoría de ellos miembros de la Familia Real. El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció la semana pasada que se excusaría del evento para permitir la entrada de más familiares y allegados.
A la reina Isabel II la acompañan los cuatro hijos de la pareja, ocho nietos, la sobrina y el sobrino de la reina y tres de sus primos. Lugar destacado durante la ceremonia han ocupado el príncipe Andrés y el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, acompañado de Camila, la duquesa de Cornualles.
Presentes y ausentes
Algunos de los cónyuges de los hijos y nietos de la reina se han incluido en la lista de invitados, pero Meghan, duquesa de Sussex y esposa del príncipe Enrique, no asistió al funeral debido a su embarazo y siguió la ceremonia desde su residencia en Los Ángeles.
También ha estado presente el príncipe Guillermo, segundo en la línea sucesoria y ubicado muy cerca de Enrique, a quienes se les atribuye un cierto distanciamiento. En medio de ambos, su primo, Peter Phillips. Acompañaba a Guillermo su esposa, Catalina.
Hasta 730 militares participaron en la ceremonia, incluidos marinos del ‘HMS Magpie’, un buque oceanográfico bautizado en honor del único barco que comandó el propio Felipe, la fragata antisubmarinos ‘HMS Magpie’ (1950-51).