Helicóptero de la Marina mata por error a una madre y dos niñas en Nuevo Laredo
Los militares intentaron eludir responsabilidades pero la PGR confirmó que los proyectiles que acabaron con la vida de tres miembros de la familia Rojas Ruiz provenían de la aeronave
Lo llaman ‘fuego amigo’. Un helicóptero de la Marina acribilló por error el vehículo de la familia Rojas Ruiz en un enfrentamiento con narcotraficantes en Nuevo Laredo. Murieron la madre y dos de sus hijas. El padre y una prima resultaron heridos.
Los militares perseguían a un convoy de narcotraficantes desde el aire. Hubo fuego cruzado entre los vehículos de los criminales y el helicóptero de la Marina. La camioneta de la familia Rojas Ruiz pasaba por allí, ajena al combate. Los militares acribillaron el vehículo por error. El matrimonio, sus tres hijas y una prima vivieron en primera persona el infierno de la guerra contra el narco. Murieron la madre y dos de la hijas. El padre y su sobrina resultaron heridos y solo una de las niñas, la tercera hermana, resultó ilesa.
La Armada intentó culpar a los ‘narcos’ de las muertes e incluso llegó a acusar al padre de querer involucrar a los militares para cobrar una jugosa indemnización
La Procuraduría General de la República confirmó hoy que las balas que acabaron con la vida de tres inocentes provenían del helicóptero y no de los vehículos de los ‘narcos’. Minutos después de conocer el resultado de las investigaciones, la Armada emitió un comunicado en el que reconocía lo sucedido. «Se llevarán a cabo todas las acciones correspondientes para proporcionar tanto la ayuda, como la reparación integral a los afectados», dice el mensaje oficial.
Una confesión que la Marina intentó evitar a toda costa los días posteriores al incidente. Varios mandos indicaron que las balas que acabaron con los miembros de la familia Rojas Ruiz provenían de los vehículos. Pero el análisis de los proyectiles y la posición de los cuerpos de la madre y sus dos hijas han demostrado que no. «Las balas fueron disparadas a nivel de tierra, no desde el helicóptero. Y los proyectiles no corresponden al armamento orgánico con el que cuentan las aeronaves de la Armada de México», llegaron a decir en un primer comunicado desde la Armada. Era mentira.
La Marina, en una sucia operación para eludir responsabilidades, acusó incluso al padre de involucrar a los militares para cobrar una indemnización. Nada más lejos de la realidad. Su mujer y dos de sus hijas murieron acribilladas por los proyectiles procedentes del helicóptero de la Marina. De eso ya no hay duda.