La policía está desconcertada. El comandante Tapia fue asesinado a balazos cuando viajaba en su camioneta particular -no en su patrulla-, fuera de servicio, en el bulevar Morelos. Lo tenían vigilado.
Los pistoleros que lo asesinaron lo venía siguiendo. Lo tenían estudiado. Sabían en qué vehículo se movía. Y lo tenían identificado. Eso es justo lo que desconcierta a todos. Cómo es posible que un policía experimentado, conocedor de las tácticas de seguimiento de una persona, que sabe usar armas de fuego, pueda ser cazado, en pleno bulevar, sin oponer resistencia.
El policía Antonio de Jesús Báez Tapia era el comandante del Grupo C de Reacción. No era un agente común. Era un elemento respetado en la corporación.
Los pistoleros que asesinaron al comandante Tapia lo venían siguiendo. Lo tenían estudiado e identificado. Eso es lo que desconcierta a todos
Y la noticia de su muerte asombra porque su nombre había sido mencionado hace un mes en un vídeo de un grupo criminal que lo señalaba como un objetivo por supuestamente estar con otro grupo. En ese mismo vídeo aparecen los nombres de otros policías y de los jefes de la corporación.
La policía de León vive una crisis. Me tocó ver varias patrullas la tarde del sábado, cuando ejecutaron al comandante Tapia. Los agentes andaban alterados, dando vueltas por la ciudad, con las torretas encendidas. Enseguida se veía que estaban preocupados. Los agentes cerraron el bulevar Morelos y armaron un operativo impresionante rumbo a la salida a Silao.
¿Qué está pasando en la corporación? ¿Hay en realidad policías involucrados? ¿Entonces deben cuidarse los demás que aparecen en el vídeo?
Hay que reconocer la realidad de la policía de León, porque las autoridades han ocultado muchas cosas. Desde el 2008 han ocurrido hechos que no queremos reconocer. En la administración de Ricardo Sheffield reprobaron exámenes casi 500 agentes y no quisieron despedirlos, después Bárbara Botello tuvo que darlos de baja. En la administración de Héctor López Santillana han despedido a otros 500 agentes y no nos dicen porqué. Lo único que nos informan es que reprobaron los exámenes de control y confianza, y que se les perdió la confianza.
¿Qué está pasando en la corporación?¿Hay en realidad policías involucrados?¿Entonces deben cuidarse los demás que aparecen en el vídeo?
No hemos querido entrarle a conocer la realidad de la corporación. Hay mil policías despedidos, pero no hay ninguna acusación por proteger a criminales, ni hay investigaciones serias. Las autoridades han preferido despedirlos y no investigarlos.
Ahí están las consecuencias.
En la actualidad no sabemos cuáles son los buenos y cuáles son los malos. Ni siquiera en el caso del comandante Tapia. Pero si queremos conocer la realidad de la corporación y mejorar la seguridad, tenemos que saber quién lo mató y qué hay detrás. Tenemos que saber si ese vídeo es real o si es mentira y no fingir que no existe.
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