Florence inunda las Carolinas y deja 31 muertos en 5 días
"Y lo peor está por venir: los caudales de los ríos aumentan a niveles históricos y empezarán a elevarse", aseguran desde el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos
El agua colapsa el sureste de Estados Unidos. Las autoridades de Carolina del Norte indicaron que 25 personas murieron en el estado, el más afectado por la tormenta que provocó grandes inundaciones. En la vecina Carolina del Sur, el balance es de al menos seis muertos. En total, Florence se ha cobrado 31 vidas en sus primeros cinco días sobre tierra firme.
Para las ya inundadas Carolina del Norte y Carolina del Sur, «lo peor está por venir, ya que los caudales de los ríos aumentan a niveles históricos», dijo Zach Taylor, experto del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos. «La tierra está empapada y no puede absorber más lluvia, por lo que el agua tiene que ir a algún lugar, por desgracia. Esos ríos comenzarán a elevarse», agregó el meteorólogo.
La tormenta amenaza con dejar aún más víctimas en su lento pero implacable avance hacia los estados de Virginia y Nueva Inglaterra
La tormenta, que avanza lentamente, ha dejado 91 centímetros de lluvias desde el jueves, ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas y ha dejado a otras tantas incomunicadas o sin energía eléctrica. Su paso por las dos ‘Carolinas’ ha sido devastador. Y amenaza con dejar más muertos en su avance hacia Virginia y Nueva Inglaterra.
Inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y prolongadas crecidas de los ríos en toda la región continuarán durante los próximos días, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). La ciudad costera de Wilmington seguía aislada este lunes por las inundaciones.
Florence, un huracán que se debilitó a depresión tropical el domingo, volvió a perder intensidad este lunes antes de recobrar su potencia el martes y el miércoles, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
En Leland, una ciudad baja al norte de Wilmington, las casas y los negocios fueron devorados por el agua, que subió hasta 3 metros sobre la carretera. Rescatistas y voluntarios sacaron a los residentes varados en botes. Muchos caminos eran intransitables. Y estas escenas se repiten a lo largo de toda la zona afectada en la costa suereste de Estados Unidos.