«Estoy aquí porque Trump me violó»
La periodista Elizabeth Jean Carroll declaró este miércoles en un juzgado de Manhattan haber sido violada por el expresidente de Estados Unidos en el probador de una tienda de lencería de Nueva York
La periodista Elizabeth Jean Carroll declaró este miércoles ante la Justicia estadounidense haber sido violada por el expresidente de Estados Unidos Donald Trump en los probadores de una tienda de lencería en la ciudad de Nueva York en la década de los años 90.
«Estoy aquí porque Donald Trump me violó, y cuando escribí sobre aquello, dijo que no sucedió. Mintió y destrozó mi reputación, y estoy aquí para tratar de recuperar mi vida», ha testificado Carroll ante un tribunal de distrito de Manhattan, según recoge la cadena de noticias CNN.
La periodista ha reconocido que aquel día de primavera de 1996 se sentía «encantada» de poder ir de compras con Trump e incluso pensó que sería una gran historia que poder contar. «Fue una escena divertida de Nueva York», ha manifestado ante la Justicia estadounidense.
«Me encanta dar consejos, y ahí estaba Donald Trump pidiéndome un consejo sobre cómo comprar un regalo», ha expresado Carroll, quien ha reconocido que el exmandatario fue amable y divertido.
Sin embargo, Trump comenzó a insistir a Carroll con entrar a los probadores de la tienda para probarse prendas de lencería, a lo que la periodista finalmente accedió sin imaginar lo que estaba a punto de suceder. «Esa puerta abierta me ha atormentado durante años porque, simplemente, entré», ha reconocido.
Carroll ha relatado como ya dentro de los probadores Trump la acosó hasta el punto de llegar a la penetración sin consentimiento. «Pero me enorgullece decir que salí, levanté la rodilla y lo empujé hacia atrás», ha detallado la redactora, quien ha admitido que aquel episodio la impidió «volver a tener una vida romántica».
Trump la llamó «pirada»
Este caso arrancó en 2019 como una denuncia por difamación después de que el expresidente de Estados Unidos desmintiese el relato de Carroll y la llamase «pirada», asegurando que la periodista «no era su tipo» y que las acusaciones eran tan solo un truco publicitario para vender más ejemplares del libro en el que narraba lo sucedido.
El expresidente se declaró el pasado mes de marzo no culpable de una treintena de cargos presentados por la Justicia por haber pagado con dinero de su campaña a Clifford con el fin de evitar que hablara de una supuesta infidelidad días antes de las presidenciales que le llevaron en 2016 a la Casa Blanca.