El sitio de los secretos
El equipo de investigación de la página web 'Bellingcat' analiza meticulosamente miles de videos, publicaciones e imágenes tratando de juntar las piezas del rompecabezas para develar la verdad de las historias cuyos protagonistas pretenden esconder
Al periodismo que merece la pena. El de investigación y denuncia. A eso se dedica Bellingcat. El nombre de la página (en inglés) proviene de la fábula del gato y los ratones, atribuida al griego Esopo y escrita en el siglo V antes de nuestra era.
Se trata de un grupo de ratones que estaban muy asustados de los gatos grandes y peligrosos. Dijeron: ‘¿Qué vamos a hacer?’ Y se les ocurrió que una buena idea sería ponerle un cascabel al gato, pero no tenían un plan para hacerlo. Lo que nosotros hacemos es enseñarle a la gente cómo ponerle el cascabel al gato», explicó el fundador de Bellingcat, Eliot Higgins, en una charla TED en noviembre de 2016.
La esencia de Bellingcat es el uso de fuentes que se conocen como de ‘código abierto’, es decir, información que se encuentra en Facebook, Twitter y Google Earth, entre otras plataformas. Los miembros de su equipo de investigación analizan meticulosamente miles de videos, publicaciones e imágenes tratando de juntar las piezas del rompecabezas para develar secretos e historias cuyos protagonistas pretenden esconder, según informa en un interesante reportaje sobre esta web el portal BBC Mundo.
Luke Harding, periodista del diario británico The Guardian, señala que el trabajo de Bellingcat es la manera de hacer periodismo en el siglo XXI. «Utilizan geolocalización, analizan la topografía, mapas, particularidades del lugar, torres de agua, casas… Y de esta manera pueden establecer la fecha y el lugar en el que ocurrieron eventos específico. Son tan eficientes como un organismo de inteligencia occidental. Ciertamente son más rápidos».
Estas técnicas han permitido al equipo de Bellingcat revelar información que ha puesto en evidencia complejos sucesos ocurridos en distintas partes del mundo, además del caso de los funcionarios de inteligencia rusos. En 2017, la geolocalización les permitió identificar varios de los lugares en los que se llevaron a cabo ejecuciones masivas en Bengasi, una ciudad en el noreste de Libia, coordinadas por un comandante de las Fuerzas Especiales Libias, Mahmoud Mustafa Busayf Al-Werfalli.
En abril de 2018 también identificaron varios elementos del ataque con armas químicas que se reportó en Guta, un área en las cercanías de Damasco, capital de Siria. Con las fuentes proporcionadas por el ‘código abierto’, determinaron que al menos 34 personas murieron y que media hora antes de que ocurriera el ataque dos helicópteros del gobierno sirio salieron de la Base Aérea Dumayr.
Deberíamos felicitar a Bellingcat, es una increíble agencia de detectives moderna. Y Eliot Higgins es un Sherlock Holmes de carne y hueso», afirma el parlamentario británico Bob Seeley.
En julio de 2014, un avión de Malaysia Airlines se desplomó en el este de Ucrania cuando cubría la ruta Ámsterdam – Kuala Lumpur. A través del análisis de fotos y videos compartidos en internet, Bellingcat logró confirmar la ubicación del lanzamisiles Buk que derribó el avión y determinó que salió de Donetsk, una ciudad ucraniana bajo el control de separatistas que se identifican con Rusia. También analizaron audios que establecían una conexión con Moscú.
Y todo comenzó cuando Higgins se convirtió en padre y perdió su trabajo. Se quedó a cargo del cuidado de su hija y se convirtió en un bloguero muy activo conocido como Brown Moses. Participaba en foros periodísticos en internet cuestionándolo casi todo, desde teléfonos intervenidos hasta la política de Medio Oriente.
Peter Jukes, quien trabajó con Higgins, cuenta que la motivación inicial de su colega estaba relacionada con que él sentía que había poca información sobre ciertos temas. «Descubrió una nueva fuente, YouTube, y se dio cuenta de que videos caseros filmados por las partes involucradas que mostraban misiles y bombas de barril, podían ayudar a identificar cuándo y dónde habían ocurrido ciertos eventos», relata Dukes.
Un día decidió dedicarse a su blog a tiempo completo y empezó a publicar trabajos que tuvieron impacto mediático. Fue así como en 2014, gracias a una campaña de crowdfunding (financiamiento por parte de voluntarios), Higgins lanzó Bellingcat. Hoy es ya una de las páginas de referencia del periodismo moderno.