RELATOS DEL PODER
El Salón de la Mala Fama
La Barbie. El Azul. La Tuta. El Mochomo. El Grande. El Chango. El Chapo.
Son tantos apodos malos que se nos olvidan.
El Lazca. El Coss. El J.J. El Tigrillo. El Mayo Zambada. El Rey de las Metanfetaminas. El Señor de los Cielos.
Todo buen capo requiere un apodo grande. Un nombre concreto fácil de recordar y que pueda convertirse en una leyenda. Si es posible que produzca miedo o terror en los adversarios. Un símbolo de maldad.
Normalmente son nombres de respeto.
Los jefes no permiten que les llamen El Feo o El Naco. La mayoría tiene un nombre fuerte y agresivo. El Labra. El June. Tony Tormenta. El Nazario. El Metro. Don Juanjo. El Barbas. Nacho Coronel.
Hay nombres históricos. El Mochaorejas. El enemigo público número uno. El Caletri. El Mochadedos. La Víbora. El Marino. Don Neto. El Pelacuas. El Chacky. El Pozolero. El Viceroy. El Chapito. Los Arellano.
Y hay mujeres. La Reina del Pacífico. La Mata Viejitas. La Madame. La Wicha.
Hay capos que son conocidos por sus nombres propios, dignos de narco-corrido. Osiel Cárdenas, Ramón Arellano, Miguel Ángel Félix Gallardo, Juan García Ábrego, Luis Valencia, Pedro Díaz Parada, Caro Quintero.
Hay apodos que dan risa.
Hace un par de semanas arrestaron en Guanajuato a un tipo que le decían: El Cama de Agua. Era un gordito del tamaño de una king size. Hace meses cayó otro gordito al que le decían: El media torta. Y en el DF arrestaron al líder de La Mano con Ojos apodado El Compayito. Qué locura.
En León también hay apodos históricos de malvados. El Garruñas, El Chicago, El Pinocho, El Tejas, El Pecas, El Jari, El Bulle.
Son nombres que definen a sus portadores. El Pozolero se ganó ese terrible apodo por diluir a sus víctimas en ácido. El Mochaorejas saltó a la fama por mutilar a sus víctimas. La Mata Viejitas mataba viejitas.
A veces los apodos dominan a los capos. A veces no sabemos ni cómo se llaman, ni nos interesa. Simplemente los identificamos como El Azul o Chuy Labra. Y sabemos que pertenecen a la galería de capos mexicanos tan famosos como cantantes o futbolistas. Son los distinguidos miembros del Salón de la Mala Fama.