El reguetón de la revolución
Todo empezó con una canción de Bad Bunny, Ricky Martin y Residente criticando el gobierno de Ricardo Roselló, le siguieron una ola de protestas masivas en Puerto Rico que llevaron a la renuncia del gobernador.
Hace un par de semanas los cantantes Bad Bunny, Ricky Martin y Residente se juntaron para escribir una canción en contra del gobernador de Puerto Rico Ricardo Roselló denunciando y exponiendo varios detalles de su cargo.
A partir de esto, convocaron a varias marchas que contaron con la asistencia de más de 100,000 personas gritando al unísono “¡Renuncia Ricky!”
Los habitantes exigieron la renuncia del gobernador después de que se filtraran unos chats del político. En donde él y otros 11 hombres de su entorno compartían mensajes considerados ofensivos hacia periodistas, funcionarios, mujeres, gays y víctimas del huracán de 2017.
«Se mofaron de nuestros cadáveres, se mofaron de la mujer, se mofaron de la comunidad LGBT, se mofaron de toda la isla y por eso estamos aquí hoy, porque estos supuestos líderes no nos representan», dijo Ricky Martin durante las protestas.
Finalmente, el día de ayer Rosselló anunció la renuncia a su cargo a través de un vídeo de Facebook difundido por un portal de noticias local de Puerto Rico. Apenas terminó de difundirse el video, se escuchó la algarabía y los «olé olé olé» de los puertorriqueños que desde la tarde protestaban a las puertas de La Fortaleza, la casa de gobierno en San Juan.
De igual forma, los músicos que encabezaron la oposición festejaron la renuncia del gobernador en sus redes sociales. El acento estuvo en la movilidad pacífica por la que se logró que el gobernador dejara su puesto y en el poder de convocatoria que tuvo la música porque el elemento en común fue que todos los músicos han incursionado en el género del reguetón (originario de Puerto Rico).
Otro elemento interesante que rescató un artículo del New York Times fue la edad de las personas que se movilizaron en las protestas, todos perteneciente a la generación Z y «millenials». El mismo artículo subraya el futuro de la isla: «Sea la estadidad —la postura en la que se busca la incorporación del país a Estados Unidos—, la independencia o cualquier fórmula autonómica o soberanista, en este momento lo que une al país es un hartazgo por el abuso, exacerbado por un trauma muy profundo».