El Papa pide perdón en Irlanda por los casos de pederastia
"El hecho de que las autoridades eclesiásticas no afrontaran adecuadamente estos repugnantes crímenes sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica", aseguró en su primer discurso en Dublín
El Papa Francisco condenó hoy los abusos sexuales a niños por parte de clérigos en Irlanda en su visita de dos días a la isla. El Pontífice dijo en su primer discurso en el Castillo de Dublín que no puede evitar «reconocer el grave escándalo que ha causado en Irlanda el abuso de menores de edad por parte de miembros de la Iglesia que estaban encargados de protegerlos y educarlos».
El hecho de que las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros- no afrontaron adecuadamente estos repugnantes crímenes con justa razón ha dado lugar a indignación y sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica», señaló.A
El Pontífice se reunió a puerta cerrada y durante 90 minutos con ocho víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia Católica
Ante el clamor social que vive Irlanda, uno de los países con más cargos eclesiásticos involucrados en casos de pederastia, el Papa Francisco ha convertido el tema en uno de los ejes de su discurso. Durante su visita, el Pontífice se reunió con ocho víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia Católica. La reunión a puertas cerradas duró 90 minutos, dijo el portavoz del Vaticano, Greg Burke, sin dar más detalles.
Entre ellas estaba Marie Collins, ex integrante de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y una de las principales denunciantes de los abusos. Collins abandonó la comisión el año pasado debido a su frustración«por la pobre colaboración del Vaticano».
Al dar la bienvenida al Papa, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo que su país tiene una “herencia amarga y rota de abusos que ha dejado un legado de dolor y sufrimiento, una historia compartida de pena y vergüenza”.
Y llamó al Papa a que aproveche su influencia para que la justicia y la verdad se impongan para que no se repitan «los crímenes indescriptibles perpetrados y encubiertos por personas con el fin de proteger la institución eclesial».