El Museo de las Momias seguirá siendo horrible y pestilente
El Museo de las Momias de Guanajuato es horroroso. Y no tanto porque las momias causen horror, sino porque es una auténtica porquería. Es sucio y descuidado. Angosto e insuficiente. Horrible y pestilente.
Es el museo más feo de Guanajuato.
La experiencia de entrar ahí, es desagradable y repugnante.
No hay limpieza. No hay mantenimiento, no hay tecnología y no hay museografía moderna. El museo está rebasado, anticuado y arrumbado. Es un pasillo horrible y pestilente que deja muy mala impresión a los visitantes.
Aún así, es de los museos más visitados de Guanajuato, con grandes ganancias, porque las momias tienen encanto. Por eso, los guanajuatenses veían con buenos ojos el plan de construir un nuevo museo moderno y funcional, pero lo acaban de enterrar por cuestiones políticas.
El nuevo proyecto del Museo de las Momias lo mandaron a la tumba porque los políticos de Morena se dedicaron a grillarlo y a descalificarlo. Las diputadas y diputados de Morena se dedicaron a destruir el proyecto antes de construirlo, solo por cuestiones políticas. Y hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador atacó el proyecto y mandó al Instituto Nacional de Antropología e Historia a poner piedras en el camino. Morena destruyó el proyecto moderno de las momias con tal de ganar algunos votos guanajuatenses y ahora nos quedamos con el museo espantoso.
No es la primera vez que un proyecto bueno se va a la basura por la intervención de los políticos. Las autoridades de Guanajuato capital prefirieron guardar el proyecto para evitar el golpeteo de Morena que solo cuestiona el museo para ganar seguidores.
Son politiquerías. Los gobiernos locales tardaron 30 años en comprender que necesitaban un verdadero museo moderno con un gran potencial económico y turístico para Guanajuato, y la legión de idiotas se encargó de atacar el proyecto y dejarlo bien muerto como momia de Guanajuato.
