Malestar e indignación entre las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y los ambientalistas de todo el planeta. La Cumbre de Glasgow fue una réplica de todas las inútiles reuniones de la clase política mundial para intentar paliar el desastre del cambio climático.
Amnistía Internacional describió como «fracaso catastrófico» el acuerdo alcanzado en la XXVI Conferencia de Cambio Climático (COP26) que comenzó el 31 de octubre en Glasgow.
«Demuestra que los líderes han olvidado que deberían servir y proteger a la humanidad en su conjunto», apuntó Amnistía Internacional tras conocerse el contenido del acuerdo.
Llamamiento a la movilización ciudadana
«Han traicionado catastróficamente a la humanidad en su conjunto y no han logrado proteger a los más afectados por la crisis climática». Para Amnistía, «han prevalecido los intereses del combustible fósil y otras poderosas empresas».
Con este acuerdo de mínimos «condenan a más de 500 millones de personas, la mayoría en el sur global, a no tener suficiente agua y a cientos de millones de personas a olas extremas de calor». En el acuerdo no se incluye ningún compromiso para eliminar los combustibles fósiles, recuerda Amnistía Internacional, «lo que demuestra su falta de ambición necesaria en este momento crítico».
Por eso esta ONG hace un llamamiento a la movilización en los doce próximos meses para pedir a nuestros gobiernos que tomen medidas ambiciosas sobre cambio climático. «Si no ponemos nuestro corazón y nuestra cabeza en resolver esta amenaza existencial, lo perderemos todo».
COP26: detalles de un fracaso
Greenpeace ha calificado el Acuerdo de Glasgow de «sumiso y débil» y con un objetivo de mantener el incremento de temperatura global a final de siglo en 1,5 ºC. En las horas finales de esta Cumbre, que se ha prolongado un día respecto al calendario previsto por la falta de acuerdos mínimos, la directora ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, destacó que lo que se ha conseguido ha sido «gracias a la presión social» que ha forzado «concesiones a regañadientes».
La ONG demanda una revisión del objetivo y elevar la reducción de emisiones hasta el 55 por ciento en 2030 respecto a 1990 para alcanzar la descarbonizaciónen 2040 y contribuir así con la reducción de la brecha que existe entre lo que se debe hacer y lo que dicen que se va a hacer.
La Conferencia de Cambio Climático de la ONU (COP26) termina en Glasgow (Reino Unido) con un acuerdo para llamar a los países de todo el mundo a iniciar el abandono del carbón, en lo que supone el primer llamamiento mundial a dejar atrás este combustible. Eso y poco más dejó este nuevo fracaso político sobre cambio climático.
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