El fondo es de Hassan

La atleta neerlandesa Sifan Hassan se adjudicó este sábado la medalla de oro en la final de los 10 mil metros de los Juegos Olímpicos de Tokio, con lo que se marcha de la capital japonesa con tres metales y el doblete con su victoria en el 5.000.

La final de la prueba estaba destinada a que fuese un duelo entre Hassan, que no pudo culminar su triplete al ser bronce en el 1.500, y la etíope Letesenbet Gidey, plusmarquista mundial, aunque en ese duelo se coló la bareiní Kalkidan Gezahegne, que se hizo con la plata tras el hundimiento final de la africana.

Esta se encargó de que la carrera fuese extremadamente dura. Gidey quiso llevar la batuta desde el inicio y acabó pagando ese desgaste porque ninguna de sus rivales decidió ponerse en cabeza, prefiriendo seguir su demoledor ritmo.

La etíope logró dejar el podio inicialmente en cuatro candidatas porque también aguantó la keniata Hellen Obiri, plata en los 5.000 metros por detrás de Hassan. Sin embargo, no pudo aguantar y dejó la pelea por las medallas a sus tres compañeras.

Nada cambió hasta la vuelta final. Gidey continuó en cabeza y Hassan a la expectativa de hacer su demoledor cambio. En cuanto lo hizo, la etíope ni se resistió y la neerlandesa puso la directa hacia un oro culminado con un crono de 29:55.32, casi un segundo por delante de Gezahegne (29:56.18) y con Gidey quedándose con un amargo bronce (30:01.72).