Cuesta pensar que Gustavo Díaz se levantara una mañana y viera la imagen de Landon Donovan en el espejo. Petición técnica no parece. Más bien suena a que a alguien en los despachos le dio un ataque de ‘merchandising’. Directivos emulando al Pato Donald por la necesidad global de los clubs de generar ingresos más allá del pasto.
Con su «no creo en los muros» y una actitud cercana y conciliadora, Landon nos ha ganado a muchos fuera de la cancha. Divo del futbol del vecino del norte, acostumbrado a lidiar con la prensa y los flashes, Landon ya ha cumplido con la primera parte del contrato. Colocar al León en las portadas e impulsar la venta de camisetas.
En la letra pequeña aparece que Donovan llega tras abandonar su segundo retiro del fútbol profesional. Jugar, jugar, lo que se dice jugar, hace un rato que no juega. El californiano aterriza en el Bajío tras 14 meses sin ser futbolista. La duda es cuál será su rol en el equipo. Quizá las bandas le quedan ya largas a sus piernas. Y el técnico deberá cuidarlo en la media punta, con escuderos, o incrustarlo arriba para aprovechar su olfato. Porque Donovan es un depredador con talento. Participó en tres Mundiales con EEUU. Y en sus 156 apariciones con la selección hizo más goles que nadie (57) y repartió 58 asistencias. Números de crack.
Su técnico pide paciencia. Y habrá que tenerla. El ‘Capitán América’ cumplirá 36 años el 4 de marzo en el sexto club de su carrera
Pero las jornadas se suceden y en un torneo corto como el mexicano no es fácil subirse al tren en marcha. Por lo que, volviendo a lo del rol, es probable que su función en el equipo sea la de cerrar los partidos. Como agitador o anestésico, con su experiencia, y si recupera el tono, puede ser el ‘influencer’ de la liguilla. A la hora de la verdad. Cuando la edad ya es un estado de ánimo y gobierna la calidad.
Puede que este hoy ante el Puebla salgamos de dudas. Cuando Landon agarre el balón se despejará el enigma. La afición espera a su superhéroe.
