El discurso de Andrés Manuel, a punto de triunfar

Voy a vender el avión presidencial.
No me voy a subir a ese avión lujoso.
Le voy a quitar la pensión a Vicente Fox y a Carlos Salinas de Gortari.
Le vamos a aumentar el sueldo a los de abajo.
Vamos a quitar a la mafia del poder.
Vamos a quitarles los privilegios a los de arriba.

Esos son los mensajes que ha posicionado Andrés Manuel López Obrador y que lo tienen a un paso de la Presidencia de la República. Eso es lo que ofrece cada vez que habla y cada vez que da un mensaje en radio y televisión.

Los mensajes de Andrés Manuel han sido muy bien pensados para provocar irritación y enojo. Y han conectado con la mayoría

Vamos a cancelar la reforma educativa. Vamos a parar la construcción del aeropuerto internacional de la Ciudad de México porque sólo es para unos cuantos. Vamos a tumbar la reforma energética porque sólo ha sido para darle negocios a los poderosos. El PRI y el PAN y el PRD son lo mismo. Nos llevaron al despeñadero. Han saqueado al país y nos tienen en la pobreza.

Los mensajes de Andrés Manuel han sido muy bien pensados para provocar enojo e irritación, y han logrado conectar con la mayoría de los mexicanos. Lo que dice Andrés Manuel ha sido del agrado de las personas que están hartas del sistema político mexicano. Son mensajes directos de justicia que despiertan el interés de los mexicanos: “Primero los pobres”. “Necesitamos un cambio verdadero”. “Vamos por la cuarta transformación del país”.

Los aciertos discursivos de Andrés Manuel contrastan con los mensajes vacíos de sus adversarios. Ni Ricardo Anaya ni José Antonio Meade han conseguido encontrar un discurso convincente. Lo que dice Anaya es serio, pero no convence a nadie, no emociona, ni enciende. Lo que dice Meade es viable y profundo, pero no entusiasma, no sacude ni ilusiona. Los mensajes de Anaya y Meade son informados e interesantes, pero no llegan al ciudadano, no sacuden a la sociedad, y eso ha provocado que se queden atorados en las preferencias electorales.

Ni Anaya ni Meade han logrado encontrar un discurso convincente. Sus mensajes no llegan al ciudadano ni sacuden a la sociedad

Andrés Manuel esta vez le ha atinado a la esencia de la campaña. En el 2006 y en el 2012 se había equivocado. En esas dos campañas, AMLO no entendió lo que en realidad pedían los mexicanos. Hoy sí lo ha leído muy bien y lo ha aplicado. Ha logrado posicionar la idea de que el país es un desastre y que él es la solución.

Ha conseguido que las personas piensen que él sí es honesto y que los demás son corruptos. Ha logrado hacer creer que todo es malo, menos él. Ha conseguido que los ciudadanos piensen que llegó la hora de quitar los privilegios a los empresarios y a los ricos. Ha logrado convencer a muchos de que el país es un caos y que no nos puede ir peor.

La versión de Andrés Manuel es la que está a punto de triunfar.
Aunque todavía eso está por verse.

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