A esta región la llaman: el ‘Diamante de México’. Se trata de articular a 4 estados del país con proyectos en común de desarrollo económico regional: Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí y Guanajuato, unidos y juntos por primera vez. Un sorpresivo acuerdo político y económico con gran potencial de crecimiento regional.
Sería una región económica poderosa en el centro-occidente del país. Un estudio elaborado en España hace años identificó esta oportunidad de crecimiento regional y lo llamó el ‘Diamante de México’: una gran región con una plataforma conjunta de inversión, logística, infraestructura, agroindustria y turismo.
Hay que anotar esta fecha en el calendario. El lunes 5 de noviembre se reunieron en San Miguel de Allende los cuatros gobernadores de México para hacer el gran plan económico regional. Ahí estaban: Francisco Domínguez, de Querétaro; Martín Orozco, de Aguascalientes; Juan Manuel Carreras de San Luis Potosí; y Diego Sinhue Rodríguez, de Guanajuato.
Los cuatro estados de México tienen tres cosas en común: un crecimiento económico muy superior al resto del país; atracción de inversiones de plantas automotrices y aeronáuticas; y una cultura empresarial fuerte que marca el rumbo en cada región.
El ‘Diamante de México’ está en marcha con la autoridad moral que les otorga el tener entre los cuatro estados (tres del PAN y uno del PRI) el clúster automotriz más importante de América Latina
“Trabajaremos de manera coordinada para fortalecer la región. Vamos a dar certeza al desarrollo de la región y sus familias”, dijo Diego Sinhue. “El propósito es crear la primera región del país que se abre a una plataforma integrada de inversión, logística, desarrollo social y oportunidades de empleo”, dijo Pancho Domínguez, gobernador de Querétaro.
“En un evento sin precedentes sentamos las bases para realizar proyectos conjuntos que promuevan el desarrollo económico, turístico, agroalimentario, temas de medio ambiente y sustentabilidad de la región”, dijo Martín Orozco, gobernador de Aguascalientes. “Acordamos crear la primera región en el país en integrar una plataforma conjunta de inversión”, afirmó Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí.
El acuerdo entre Gobernadores es histórico. No parece un tema sencillo, pero si logran articular un plan regional, el potencial para los cuatro estados es enorme, según lo han documentado varios estudios económicos. Al mismo tiempo, el acuerdo constituye -lo reconozcan o no- un bloque político regional para sentarse a dialogar con los poderes económicos y políticos del país, como con el presidente Andrés Manuel López Obrador, de Morena.
Los cuatros gobernadores podrán gestionar recursos económicos para impulsar proyectos regionales y a la vez podrán defenderse de las acciones que consideren contrarias al desarrollo de la región.
El ‘Diamante de México’ está en marcha -aunque los gobernadores no hayan decidido llamarlo así- con la autoridad moral que les otorga el tener entre los cuatro estados el clúster automotriz más importante de América Latina, solo comparado con Detroit.
Es una región exitosa, en franco crecimiento económico. Y no deja de llamar la atención que tres gobernadores, Pancho Domínguez, Martín Orozco y Diego Sinhue son del PAN y que el cuarto, Juan Manuel Carreras, es del PRI.
El acuerdo es una buena noticia para la región. Y es una lástima que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, no haya querido sumarse al plan regional de crecimiento económico. La realidad es que Jalisco tiene mucho que aprender de Aguascalientes, Querétaro, San Luis Potosí y Guanajuato en materia de atracción de inversiones y en el impulso al desarrollo económico.
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