Es el peor criminal que se ha visto en Guanajuato. Asesino y violento. Corruptor e insaciable. Despiadado y malvado. José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, tenía bajo control el triángulo del huachicol, pero ya está en prisión.
Este 2 de agosto se cumplen 2 años de su captura.
Ahora El Marro vive en un penal de máxima de seguridad y su capacidad operativa está disminuida de forma importante. Ojo: no está totalmente derrotado. El Marro intenta seguir operando, pero no ha sido fácil mover su organización criminal desde la cárcel.
Hace 2 años, El Marro era el principal generador de violencia en México. Se estima que unos 10 mil asesinatos en varios años tenían que ver con la organización de El Marro. Y era el principal ladrón de gasolina de Petróleos Mexicanos. Por lo mismo era prioridad su captura. Era el objetivo número uno en Guanajuato.
Su captura se dio después de 18 meses de persecución intensa. El Gobierno de Guanajuato -en coordinación con el Ejército Mexicano y la Marina-, hizo un auténtica cacería para capturarlo. Se armó un plan específico llamado Golpe de Timón para detenerlo. Un equipo especial de policías estatales y militares trabajaron durante meses, con tecnología e inteligencia, para capturarlo. No fue sencillo. El Marro tenía dinero y armas para comprar protección y para defenderse. Su captura es un ejemplo sobre cómo debe ser la coordinación de los gobiernos locales y el Gobierno Federal.
La captura de El Marro es tal vez el logro más importante de este sexenio en México. Ni siquiera la captura de Rafael Caro Quintero es tan importante, ya que el sinaloense era un narco venido a menos y casi en retiro. El Marro, en cambio, era un despiadado generador de violencia, un criminal en plenitud, con mucho dinero a su disposición y con redes poderosas. Por eso ha sido crucial su captura para bajar el número de asesinatos en territorio estatal. Por eso el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez fue tras él, hasta detenerlo. Se trata del criminal más peligroso que ha existido en Guanajuato.
