El ‘Chernóbil’ de Ohio
El descarrilamiento de un tren que transportaba 11 vagones de sustancias tóxicas era "evitable al cien por cien", según las primeras conclusiones de la investigación
Las primeras conclusiones de la investigación federal sobre el descarrilamiento masivo del pasado 3 de febrero en Ohio (Estados Unidos) de un tren con decenas de vagones cargados con sustancias tóxicas ha determinado que el siniestro era «evitable al cien por cien».
Los sensores que detectaron el «sobrecalentamiento de los rodamientos de las ruedas del tren», causa principal del descarrilamiento, estaban calibrados a una temperatura excesivamente elevada.
La presidenta de la Junta Nacional para la Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, Jennifer Homendy, lamentó las circunstancias de un descarrilamiento que podría representar un «peligro a medio o largo plazo para la población de East Palestine», la más afectada por el incendio de las sustancias tóxicas que transportaban los vagones, parte de las cuales podrían haber acabado en el río cercano.
«Era evitable al cien por cien»
«Llamamos a estas cosas accidentes pero no son accidentes. Lo que ha pasado era evitable al cien por cien», indicó Homendy durante una rueda de prensa en Washington D.C., donde además anunció que los residentes de East Palestine podrán escuchar de primera mano esta información la próxima primavera, cuando se conozcan más detalles sobre los posibles efectos del descarrilamiento.
De momento, y en entrevista con ABC News, Homendy confirmó que la causa principal del siniestro había sido un fallo de rodamiento, la pieza que conecta la rueda con el eje de los vagones. De acuerdo con las imágenes de las cámaras de vigilancia locales, el tren presentaba «uno de estos rodamientos en uno de los estados finales de sobrecalentamiento antes del descarrilamiento del tren».
Empleados de la compañía, bajo condición de anonimato, revelaron la semana pasada a la cadena CBS que el vehículo había experimentado fallos mecánicos dos días antes del descarrilamiento y que transportaba una carga a todas luces exagerada: 151 vagones, entre ellos una veintena con elementos nocivos, para un peso total de unas 18,000 toneladas.
Sustancias tóxicas
Un total de 38 de estos vagones acabaron saliéndose de la vía, de los cuales al menos once contenían acrilato de butilo y, sobre todo, gas de cloruro de vinilo, empleado para la fabricación de plásticos y potencialmente cancerígeno.
El incendio desatado por el descarrilamiento, acompañado de una explosión que lanzó una bola de fuego a casi un kilómetro de altura, obligó a la evacuación inmediata de buena parte de los 4,700 residentes de East Palestine tanto por la liberación del gas en los vagones descarrilados como en los otros nueve coches con sustancias tóxicas que seguían en la vía.
Expertos han avisado de que la liberación del gas ha abierto una posible crisis medioambiental y sanitaria cuyos efectos podrían permanecer latentes entre 15 y 20 años.