El cambio de aeropuerto provoca ‘turbulencias’
El peso y la Bolsa caen con fuerza tras la cancelación del nuevo aeropuerto. Y empresarios, bancos y analistas muestran su preocupación por las consecuencias de la polémica decisión
La decisión de suspender el aeropuerto de Texcoco ha tensado la relación entre López Obrador y los empresarios mexicanos. Y ha golpeado también a la economía nacional. La incertidumbre ha tocado a los mercados y a la moneda. Además de poner en peligro el presupuesto del nuevo gobierno, que deberá pagar ahora las obras de Texcoco e iniciar las de Santa Lucía. A lo que hay que unir la subida del precio de la gasolina.
El Grupo Aeroportuario de Ciudad de México, encargado de la administración de los contratos, estima que hasta ahora se han gastado ya 60.000 millones de pesos, de los cuales unos 45.000 millones serán imposibles de compensar. El coste estimado del aeropuerto de Texcoco fue de 285.000 millones de pesos, mientras que la propuesta para Santa Lucía está calculada en 75.000 millones. Pero a la inversión del nuevo aeropuerto habría que sumar el precio que supone suspender una obra pública en construcción que se calcula en unos 120.000 millones de pesos.
México tendrá que asumir ahora tanto las pérdidas por el proyecto cancelado como el costo de la nueva terminal más las reformas necesarias del aeropuerto Benito Juárez
Las cuentas no salen por mucho que AMLO ponga cara de que aquí no ha pasado nada. En la ecuación, tal y como informa el diario El País, también es importante considerar aquellos gastos que ya no pueden recuperarse: los cimientos de un aeropuerto cuya construcción ha avanzado un 31%.
Los gastos que México tendrá que asumir en los próximos años sumarán tanto las pérdidas por el proyecto cancelado como el costo de la nueva terminal y la remodelación del aeropuerto Benito Juárez, actualmente en operaciones. En algunos de sus mensajes López Obrador ha mostrado algunos datos sobre el financiamiento que este cambio de planes requerirá, aunque su propio equipo ha reconocido que todavía no se han realizado todos los estudios sobre la construcción del aeropuerto en Santa Lucía.
No hay que olvidar que la construcción de un aeropuerto necesita una importante inversión privada dado que el Estado no puede financiar de forma completa e inmediata ese gasto. En el caso de Texcoco, el 90% de los recursos eran privados. El cambio de planes, cuando una buena parte de los contratos ya estaban asignados, supone un mayor riesgo para quienes en el futuro deseen respaldar de alguna forma un proyecto de obra pública del Gobierno de López Obrador.
Por si esto fuera poco, el peso y la Bolsa mexicana respondieron este lunes con fuertes pérdidas a la decisión del Gobierno mexicano de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México tras la consulta ciudadana. El peso, termómetro de la confianza de los inversores, cerró con una caída del 3,6% en su peor jornada en casi dos años, desde el día en que Trump ganó las elecciones en EE UU. y perforó su nivel más bajo de los cuatro últimos meses.
Preguntado por la depreciación de la moneda, el presidente electo de México minimizó su importancia y desligó ambos hechos en la rueda prensa convocada para explicar la decisión sobre el nuevo aeropuerto. Pero los bancos opinan lo contrario. Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer, y Gabriela Siller, de Banco Base, sí vinculan directamente la fuerte caída de la divisa a la cancelación del proyecto de infraestructura, uno de los más costosos de la historia reciente de América Latina.
AMLO ha metido a la economía del país en un buen lío. Habrá que esperar cuáles son las medidas del nuevo gobierno para sacar a México del atolladero y recuperar la confianza de los mercados.
