Dieciocho años de experimentos con las delegaciones
Cada presidente define su forma de controlar a los delegados del Gobierno Federal en los estados. En la época buena del PRI, los delegados eran impuestos por el grupo político del Presidente de México y el partido tricolor, y a veces consultaban al gobernador en turno. Se ponían de acuerdo para repartir las plazas y para operar los programas federales. Pero eso se acabó en el año 2000.
Con la llegada de Vicente Fox, el Gobierno tuvo que implementar un nuevo esquema para definir a los delegados y para ejercer el control (sobre todo en estados donde gobernaba el PRI). Fox decidió que la Secretaría de Gobernación debería cabildear los nombres con los gobernadores –muchas veces priistas- para ponerse de acuerdo en los personajes seleccionados. Pero a la vez, cada delegado entregaba cuentas a su secretaría y punto.
En la época buena del PRI, los delegados eran impuestos por el grupo político del presidente de México y el partido tricolor
Ahora con Enrique Peña Nieto, la coordinación dio un giro importante. Con Peña, el delegado de Gobernación se convirtió en el coordinador de los delegados del estado. De tal forma que Javier Aguirre, el ex delegado de Gobernación, era como un jefe de delegados y era su responsabilidad observar el trabajo que hacían los demás.
En el papel, sonaba muy sencillo. Pero en los hechos fue más complicado. Algunos delegados no querían ser coordinados por nadie y no querían hacer caso al coordinador del Estado, sobre todo pasaba eso con las delegaciones más grandes.
Según parece, ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una nueva propuesta. Quitar a los delegados y nombrar a un coordinador de proyectos en cada Estado. Es decir una persona que controla todos los programas del Gobierno Federal y que ejerce el control desde una coordinación con poderes extraordinarios.
El delegado de AMLO en Guanajuato será Mauricio Hernández, un leonés que se fue al DF a estudiar y regresa como vicegobernador
La propuesta se parece un poco a la de Enrique Peña Nieto, aunque esta de AMLO es más profunda e implica quitar algunos cargos de confianza que no son útiles, ni producen nada. El súper delegado de AMLO en Guanajuato será Mauricio Hernández Núñez, un leonés que se fue al DF a estudiar una carrera y que hoy regresa como el vicegobernador. La eliminación de los cargos de delegados federales no va a ser sencilla y requerirá de toda una operación administrativa.
Suerte a AMLO con esta propuesta.
No deja de ser otro experimento del presidente en turno.
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