De la mano por la octava
El León sufre para eliminar al América en un partido de infarto. Nunca una derrota ante el 'Piojo' (0-1) fue tan celebrada
Nada empaña la fiesta. La ciudad se echó anoche a la calle para celebrar el pase a la final de la Liga MX. Nunca una derrota en casa ante el ‘Piojo’ fue tan festejada (0-1). Y eso que el León se complicó la vida hasta el infinito. Se pegó un tiro en el pie y estuvo a punto de morir desangrado.
Ni el torniquete que le aplicó Ambriz a la herida con la entrada de Iván Rodríguez en la segunda parte pudo frenar la hemorragia, aunque aportó al menos el oxígeno necesario para seguir con vida. Fue entonces cuando la grada entendió que al León solo lo podía salvar ya su aliento. El América, un equipo millonario con graves limitaciones tácticas, le metió el miedo en el cuerpo a los verdes y la afición sostuvo a sus jugadores.
Fueron momentos de agonía. Cada balón al área verde era despejado por miles de gargantas. Cota convirtió cada pelota tierna en un balón de playa en manos de un niño. Dio infinidad de rechaces y rebotes. En la locura destacó un invitado inesperado: el árbitro. Desastrosa actuación de César Ramos. Nervioso, con errores graves de apreciación, se comió faltas claras y sacó de quicio a todos. En una de esas el segundo de Ambriz fue expulsado.
Aunque el mundo gire hay cosas que nunca cambian. Una de ellas es Rubens Sambueza. Elevó su mal primer tiempo a la categoría de desastre con una ridícula expulsión cuando su equipo más lo necesitaba
Salió el León a la cancha con muchas dudas en un estadio que presentaba un ambiente espectacular. Ambos técnicos repitieron los onces de la ida. Pero el América le añadió garra. Con eso le bastó. Con eso y el agujero que Montes y Sambueza dejaron a sus espaldas. Guido Rodríguez, imperial hasta su expulsión en la segunda parte, se convirtió en el amo y señor de la medular. Matheus Uribe lo acompañó y entre los dos le quitaron el balón y la sonrisa a los locales.
El experimento de ‘Sambu’ no funcionó esta vez. El gol tempranero de Bruno Valdez puso a los verdes en un dilema: ir al ataque o defender la ventaja. No hicieron ninguna de las dos y la primera parte fue un esperpento. Cuando el árbitro llamó al descanso se escuchó en el estadio un suspiro de alivio.
Toque de corneta de Ambriz en la caseta y decisión de emergencia: Iván Rodríguez por Campbell. Pesaron los galones de Sambueza en la decisión del técnico local, cuando lo más lógico hubiera sido quizás retirar al fatigado 14 y jugarse la vida en la segunda parte con el once de los récords.
El cambio ayudó a nivelar el partido con dos equipos en el alambre. El miedo a encajar llenó el campo de imprecisiones. Un gol metía al vigente campeón en la final. Pero poco a poco la cosa se calmó. El León empezó a llegar, el tiempo corría y se vivieron algunos minutos de calma.
Pero aunque el mundo gire hay cosas que nunca cambian. Una de ellas es Rubens Sambueza. Agotado y llegando casi siempre tarde a las coberturas, elevó su mal primer tiempo a la categoría de desastre con una ridícula expulsión cuando su equipo más lo necesitaba.
Desde el día que se anunció su fichaje sabía la afición que esto podía pasar. Y ‘Sambu’ no faltó a su cita con el absurdo. Primera amarilla innecesaria y justa por una patada voladora y segunda, más dudosa, que lo envió a la ducha con una roja que disparó los decibelios en el estadio.
De ahí al final los dos equipos se partieron por completo y pudo pasar cualquier cosa. Cuando el árbitro pitó el final el estadio rugió como nunca. El León se jugará la octava ante Tigres sin JJ Macías, que se va al Mundial Sub-20 de Polonia, y sin Sambueza por sanción. Al primero lo vamos a echar de menos.
Ficha Técnica
- León: Cota; Navarro, Mosquera, Ramiro González, Tesillo; Montes, Sambueza; Mena, Campbell (Iván Rodríguez 46′), Jean Meneses (Yairo Moreno 70′); y Macías (Miguel Herrera 88′).
- América: Marchesín; Jorge Sánchez (Antonio López 70′), Bruno Valdez, Víctor Aguilera, Paul Aguilar (Henry Martín 77′); Guido Rodríguez, Uribe; Ibargüen, Roger Martínez (Oribe Peralta 70′), Ibarra; y Nicolás Castillo.