Corcholatas: nueva forma de ocultar a ‘El Tapado’
Son muchos los aspirantes a Presidente. Pero solo hay 7 corcholatas. El que pierda la bendición del Presidente, está descartado
Es un juego. El Presidente de México tiene 7 corcholatas sobre la mesa y debajo de una está el candidato. ¿Dónde quedó la bolita y el candidato? Ha empezado el juego de las corcholatas.
Es como el Juego del Calamar. Muchos son aspirantes a Presidentes de México, pero solo uno será el ganador. El que se mueva, está muerto políticamente. El que pise un terreno equivocado, se caerá al abismo y está descartado. El que cometa un error, está fuera del juego.
Andrés Manuel López Obrador ha inventado un nuevo ritual de la política mexicana, Las Corcholatas, destinado a ser una práctica más de la cultura anti democrática de nuestro país, como El Dedazo o como El Tapado.
Las Corcholatas es un juego injusto. El ganador no dependerá de las virtudes y habilidades del jugador, sino de la voluntad del Presidente.
Claudia Sheimbaum es la corcholata estelar y, según parece, lleva ventaja. Marcelo Ebrard es otra corcholata y tiene posibilidades, pero no debe emocionarse mucho. Adán Augusto Santiago es una fuerte corcholata y no hay que descartarlo. Esteban Moctezuma es una corcholata de relleno, ya que sus probabilidades son pocas. Juan Ramón de la Fuente está incluido, pero nadie lo cree. Tatiana Clouthier es otra corcholata y podría colarse a la final. Y Rosa Icela Rodríguez en una nueva corcholata que ha sido agregada al juego.
El Presidente de México decidió dejar fuera a Ricardo Monreal, el senador de la República, a pesar de que ya está en precampaña. Monreal no es una corcholata. Está fuera, según AMLO.
Este no es un juego de azar. Las probabilidades de ganar o perder no dependen de la suerte. El ganador será el que diga el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Es la versión moderna de El Tapado del PRI. En los peores tiempos del tricolor, el Presidente de México tenía igual una lista de suspirantes y él ocultaba a El Tapado. Y el día menos pensado el Presidente destapaba al candidato y todos se sumaban a su candidatura. Así pasa ahora con Las Corcholatas. De hecho Las Corcholatas tapan al elegido.
Es también la nueva versión de El Dedazo.
El Presidente dice que la elección será mediante encuestas, pero eso es una mentira. La única encuesta es la de su dedo índice. En realidad será ganador que el diga su dedito, como en el peor PRI de los sesenta y setenta.
Las Corcholatas es como el Juego de ¿Dónde quedó la Bolita?, donde un viejo charlatán o embaucador mantenía varias corcholatas boca abajo y las movía con destreza de un lado a otro – ante la mirada perpleja de los ingenuos- para ocultar en cuál tapadera estaba la bolita blanca. Al final, el espectador debía adivinar en dónde quedó la bolita -debajo de cuál corcholata-. Normalmente los mirones nunca le atinaban, ya que el manipulador era tan tramposo que lograba engañar a todos.
Así es El Juego de las Corcholatas. El Presidente de México está dándole vueltas a las corcholatas y debajo de una de ellas, está el elegido, pero el pueblo bueno no puede adivinar en dónde está el candidato.
Es antidemocrático. Es torcido. Es tramposo.