Camina y opera como Ejército: ¿Por qué Guardia Nacional?
Muy sencillo: porque la militarización de la seguridad pública constituye una violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
En realidad, la Guardia Nacional es el Ejército Mexicano. No hay duda: todos sus elementos son soldados comisionados del Ejército, los mandos son generales de las fuerzas armadas y el cuerpo policiaco depende administrativamente del Ejército.
No hace falta ser experto para verlo. Camina como Ejército. Opera como Ejército. Actúa como Ejército. La Guardia Nacional es una fachada para no decir que se entregó la seguridad pública al Ejército Mexicano. Pero hay que decirlo con claridad: se está militarizando el país.
Son demasiadas evidencias para afirmarlo.
El mismo general Luis Crescencio Sandoval así lo dejó ver en su discurso el 20 de noviembre durante el 111 Aniversario de la Revolución Mexicana. Ahí habló en nombre de la Guardia Nacional como si fuera lo mismo que el Ejército Mexicano. El general ratificó su «lealtad y compromiso de seguir trabajando» y de estar presentes «en todo el territorio brindando seguridad a la ciudadanía».
¿Y por qué mejor no reconocen que es el Ejército Mexicano y dejan de llamarlo Guardia Nacional? Muy sencillo: porque la militarización de la seguridad pública constituye una violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Tropezón jurídico
El Artículo 21 de la Constitución señala que las instituciones de seguridad pública deben ser de carácter civil, de tal forma que la Guardia Nacional debería ser transformada paulatinamente en un cuerpo civil, como lo era la Gerdarmería Nacional de Enrique Peña Nieto o como la PFP (Policía Federal Preventiva) de Ernesto Zedillo y de Vicente Fox. Tanto la Gerdarmería, como la PFP, eran cuerpos policiacos dirigidos y operados por civiles, aunque también tenían elementos del Ejército Mexicano.
Y no es el único tropezón jurídico. La reforma constitucional que crea la Guardia Nacional -en el artículo 5 Transitorio-, señala que la corporación de seguridad pública debe estar subordinada a un mando civil. Y no es así. En realidad, la Guardia Nacional es dirigida por el general Luis Rodríguez Bucio, ex comandante de la Guarnición Militar de Cancún y ex jefe del estado mayor en la región de Aguascalientes. El mando es totalmente militar.
Son tan similares la Guardia Nacional y el Ejército que hasta usan el mismo uniforme. Al arrancar la Guardia Nacional utilizaron los mismos uniformes de soldados y solo les pusieron parches y calcomanías. Muchos elementos todavía utilizan sus uniformes del Ejército Mexicano con escudo de GN.
Y no solo eso. Las camiones y vehículos especiales de la Guardia Nacional también son del Ejército Mexicano. Se confunden los dos cuerpos armados. La línea es muy delgada. Son casi lo mismo.
En la calle, la gente también los confunde. Actúan de la misma forma. Operan semejante. La manera de desplazarse es casi idéntica. Para la ciudadanía es complicado distinguir entre uno y otro.
En un principio el Gobierno Federal anunció que la Guardia Nacional arrancaría con puros soldados del Ejército y que poco a poco se irían incorporando policías civiles, pero eso no ha ocurrido. Ni siquiera ha habido una convocatoria para reclutar a policías nuevos.
La Guardia Nacional es el Ejército Mexicano, no hay pierde. Tampoco planteamos que eso sea incorrecto o ineficaz. Eso sería motivo de todo un estudio sobre si funciona o no funciona. El punto es que tenemos que llamar a las cosas por su nombre: se llama Ejército y no Guardia Nacional. Son soldados y no policías. México se está militarizando y no ciudadanizando.