Brasil le abre la puerta a la ultraderecha
Jair Bolsonaro, exmilitar acusado de machista, racista y homófobo por sus detractores, es el nuevo presidente con el 55% de los votos y tras superar en más de 11 puntos a Haddad
El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro es el nuevo presidente electo de Brasil. Así lo declaró este domingo el Tribunal Supremo Electoral. El exmilitar se alzó con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con un 55 por ciento de los votos.
Su rival Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores, obtiene por el momento un 44 por ciento de los votos, de acuerdo con los datos publicados por ‘O Globo’. La diferencia entre ambos supera los 11 millones de votos. Brasil será gobernada por la ultraderecha.
La campaña del nuevo presidente electo de Brasil dio un vuelco cuando un perturbado de 40 años le apuñaló en el abdomen y su historia traspasó las fronteras
Bolsonaro (Campinas, Estado de Sao Paulo, 1955) lideraba todas las encuestas de intención de voto de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, haciendo gala de un discurso totalmente alejado de lo políticamente correcto. La campaña del candidato ultraderechista, defensor de la familia tradicional y tildado de machista, racista, militarista y homófobo por sus detractores, tuvo un antes y un después el pasado 6 de septiembre, cuando un perturbado mental de 40 años le apuñaló en el abdomen con un cuchillo de cocina.
Fue entonces cuando su figura traspasó las fronteras brasileñas y su fotografía apareció en los medios de todo el mundo. Bolsonaro parece haberse granjeado las simpatías de los brasileños decepcionados con la política tradicional, la corrupción, los problemas económicos y la violencia, que dejó en 2017 al menos 63.880 homicidios, batiendo su propio récord por tercer año consecutivo.
Bolsonaro aglutinó el voto de quienes repudian al Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva, que gobernó el país entre 2003 y 2016, embarrado en múltiples casos de corrupción que han supuesto una losa insalvable para Haddad, su representante y candidato.