Así es un funeral en tiempos de coronavirus
Sin velorios, sin abrazos y sin poder asistir en multitud a dar el último adiós... Es el peor momento para morir.
Nadie sabe ni elige cuando morir, pero en tiempos de coronavirus es el peor momento. Las medidas sanitarias para prevenir los contagios han transformado hasta las ceremonias para los difuntos.
Cuando una persona muere durante la contingencia no se le puede hacer un velorio como se acostumbra y al que familiares, amigos y conocidos acuden a despedirse y dar el más sentido pésame a los familiares.
La pérdida de un ser querido en estos tiempos de aislamiento social es de lo más triste. Es cuando más se necesita abrazar a alguien y es ahora cuando menos se puede hacerlo.
La sana distancia que recomiendan las autoridades sanitarias nos prohíbe del contacto físico, el despedirnos del cuerpo o dar ese abrazo que consuela un poco el alma de aquellos que sienten dolor por una pérdida humana.
La cuarentena nos impide asistir al sepelio, ahora los familiares, amigos o conocidos que están en otras partes del país o del mundo no pueden tomar un autobús o el vuelo más próximo para acompañar a su difunto.
Para evitar aglomeraciones, a los cementerios únicamente pueden asistir un máximo de 10 personas que suelen ser los familiares más cercanos, además del personal del panteón y el sacerdote, quienes deben usar cubrebocas y mantener una distancia mínima de un metro.
Tampoco se permite el acceso a personas mayores de 65 años, niños o personas con enfermedades crónico degenerativas.
Así se vivió el funeral de José Jesús Cornejo, asesinado en la escuela Jol Gua Ber:
La ceremonia fue en el Cementerio Jardines de León ubicado en Delta:
Familiares del fallecido, el sacerdote y personal del cementerio usaron cubrebocas.
A lo lejos, los familiares que no pudieron ingresar observaban la ceremonia desde afuera del cementerio y a lo lejos le dieron el último adiós a José de Jesús.
